Nuevas formas de comunicación, nuevas formas de escritura. Hoy las palabras nos quedan chicas, y recurrimos a imágenes y a simbolismos en el surgimiento de una nueva lengua.

Hace un par de días, leyendo el diario, me detuve en la sección de tecnología, una sección que generalmente trato de evadir, dada mi falta de interés en el tema o, más bien, por la lejanía que tiene con mi cotidianidad. Pero, en la mera acción de repasar uno de los diarios de mayor circulación en el país, tuvo un gran impacto visual ese determinado artículo en el cual predominaban los “dibujos” que despertaron mi interés. En ese momento descubrí por qué me resultaba tan rápida y sencilla la lectura: porque su contenido estaba mayoritariamente compuesto por una simbología y gráfica que me resultaron amigables.

Claro está que la falta de palabras y su reemplazo por “dibujos” nos llevan a introducirnos en el tema del lenguaje ya preguntarnos si se puede afirmar que existe un nuevo/renovado lenguaje a través de los emoticonos, smiles o también llamados stickers. Pero, para tratar de dar nuestra humilde opinión al respecto, previamente debemos ponernos en tiempo y contexto.

Nos ubicamos en las posibilidades de comunicación gracias al avance de la tecnología. El chat, el SMS y la mensajería instantánea. Casi todos los programas de mensajería instantánea desarrollan una forma de escritura, que se aplica generalmente por igual en los tres últimos mencionados, y está condicionada por tres factores fundamentales: a) el costo, en el caso de los SMS, o la premura, en el de la mensajería instantánea, b) la dificultad para escribir con rapidez, porque el teclado no es idóneo –en el caso de los teléfonos– o porque el usuario no mecanografía con fluidez[1], y c) la necesidad de comunicarse con rapidez, dada la velocidad en que se desarrolla la vida cotidiana del ser humano.

Debido a estos factores, los cuales no son necesariamente taxativos, se forman ciertas características del lenguaje usado en el chat, los SMS y la mensajería instantánea: “1. Extensión y tiempo de lectura 2. Normas de etiquetas tácitas o escritas 3. Uso de un lenguaje simplificado 4. Uso de emoticonos y emoji 5. Ortografía adaptada”.[2]

Es en la utilización de emoticonos/smiles/stickers donde nos queremos detener. “Los smiles, también llamados emoticons, nos permiten expresar emociones, estados de ánimo o algún detalle de las personas que se están comunicando a través de un medio escrito. También sirven de abreviaturas de expresiones como “Estoy contento o triste o ¿qué has dicho?”[3]. Tal como están definidos, a través de una simbología predeterminada, es posible transmitir un mensaje sin necesidad de utilizar las tan valiosas palabras. Lo interesante de este tipo de lenguaje no verbal es el carácter de universalidad, ya que es plenamente independiente del idioma que se hable. Si bien, pueden existir diferentes stickers utilizados según una cultura determinada, esto no quita su universalidad y abre un tipo de comunicación sin barreras idiomáticas.

Sin embargo, este avance comunicacional pareciera generar una retrospectiva o deja vu. Simbología, mensaje, expresión y comunicación. ¿No lo vivimos en algún momento? Efectivamente, “…antes de que la humanidad descubriera la escritura, expresó en las rocas todo cuanto sentía, deseaba, impetraba de los dioses. Estas rocas han conservado hasta hoy el lenguaje más primitivo de los hombres…”[4]. En la edad de piedra, aún sin tener desarrollado el lenguaje escrito en todas las civilizaciones, la simbología de diferentes tallados o pinturas en piedra ha hecho una forma de comunicarse. Aquel simbolismo denotaba predicciones, deseos, esperanzas al porvenir. Salvando las diferencias y sin tener ninguna intención de generar polémica en el estudio de la lingüística, crear este lazo y establecer esta comparación no parece descabellado. La simbología denota esta forma primitiva de comunicación, que hoy, en la era digital, se retoma. Bien como se afirma, decir más con menos, esa parece una de las obsesiones del ser humano. Es curioso resaltar el valor de los “emoticonos”, los que no son: “siempre meras aportaciones estéticas o cómicas al lenguaje sino que tienen un valor semántico relevante en las formas de comunicación actuales”. Esta afirmación se refuerza al decir:“Textualmente aportan al mensaje escrito cualidades de la oralidad y del lenguaje no verbal que es complicado transmitir sólo con palabras. Es más rápido y sencillo transmitir una emoción o una intencionalidad con un gesto que con una palabra”.[5]

Es en este sentido que no creemos que esta forma de comunicación se pueda ver como el surgimiento de un nuevo lenguaje, pero sí calificarlo como un resurgimiento de un lenguaje, que, si bien se manifiesta con otras características y con otros orígenes o motivos, desplaza el uso de la palabra como medio esencial de comunicación para abrir lugar al lenguaje de la simbología moderna: los emoticonos

78_risetto1


[2] Ídem.

[3] Disponible en: http://lenguaje.com/diccionarios/emoticones.php,consultado 17.06.2014.

[4] Kühn, Herbert,Die künstlerprimitiven. Disponible en: http://www.geschichteinchronologie.ch/Daeniken/ESP/mensaje-de-los-dioses/02-dibujos-mensajes-rupestres.html, consultado 19.06.2014.

Entrada anterior No muere quien no ha vivido. De comunidades que hablan y teatralidad política – Andén 78
Entrada siguiente Cuando la lengua es un arma: Haití como debate en la Latinoamérica del siglo XXI – Andén 78

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *