El heavy metal argentino ha ganado una fuerte impronta ultranacionalista representada especialmente por su máximo referente, Ricardo Iorio. Cuáles son el origen y la base de un discurso nacional mítico, cerrado e intolerante y cómo otras bandas metaleras emergentes buscan reemplazarlo por uno más abierto e inclusivo.

Ricardo Iorio es muy conocido no solamente por su protagonismo en conjuntos históricos del metal argentino (V8, Hermética y Almafuerte), sino también por intentar forjar una marcada impronta ultranacionalista que quedó plasmada en su obra y en sus declaraciones públicas. Las opiniones del “perro cristiano” no son para nada inocentes teniendo en cuenta que se trata de una figura pública que, tanto en el heavy metal argentino como en el rock nacional, ha dejado un legado histórico y ha sabido ganarse un reconocimiento ineludible.

¿Trillando la fina?
En Almafuerte, es posible rastrear sentimientos homofóbicos en canciones como “1999”; creencias antisemitas y fascistas en el homenaje a Mohamed Alí Seineldín de “Cumpliendo mi destino”; y sentidos relacionados a un discurso cristiano a lo largo de toda la obra del músico, lo cual no es de extrañar dada su conocida formación en la institución religiosa Escuela Científica Basilio (que de científica solo tiene el nombre).

No sería raro que en los medios de comunicación nos topásemos con las mismas ideas del vocalista, pero además podremos escuchar otras que terminarán de tejer su ideología. Iorio criticó a Malón por levantar la bandera de los pueblos originarios argumentando que estos: “vivían en el neolítico hasta que conocieron a los españoles”[1]; acusó de falsos a los mapuches que reclamaban por sus tierras ancestrales en Chubut[2]; criticó a La Renga por reivindicar la figura del Che Guevara[3]; se mostró en desacuerdo con: “aquellos que dicen: un mundo sin fronteras”[4]; expresó: “si vos sos judío no me vengas a cantar el Himno”[5]; y al movimiento de mujeres que busca el aborto seguro, legal y gratuito lo tachó de: “zurdas que nunca encontraron un pater familias como yo, un macho proveedor”[6].

Pasando en limpio: ultranacionalismo, eurocentrismo, homofobia, racismo, xenofobia, anticomunismo, antisemitismo y machismo. El pensamiento de Iorio lejos está de ser coherente y sólido, sino que más bien está cargado de numerosos prejuicios y contradicciones, características centrales del sentido común. Se trata del más común de los sentidos, aquello con lo que pensamos, pero sobre lo que no pensamos. “Vayan a estudiar”, les ordenó Iorio a los cumbieros, pero dejando de lado la Escuela Científica Basilio, ¿En dónde estudió Iorio?

El “perro cristiano” no deja de ser un producto de nuestra sociedad, una muestra de una generación que fue moldeada bajo un determinado sistema educativo que carecía de rigor académico. Esta carencia la constató la investigación La Argentina en la escuela, un trabajo liderado por Luis Alberto Romero, historiador, docente universitario e investigador del Conicet. En la obra se da cuenta de las ideas de nacionalidad que estaban presentes en los manuales escolares y cómo estos contribuyeron a forjar el sentido común sobre el imaginario de lo que es ser un argentino. Allí se demostró cómo muchas de esas ideas que circulaban en los textos de historia, geografía y educación cívica no poseían rigor intelectual.

No me hablés de patria
En “Vivir Así o Morir”, la banda Jeriko, a diferencia de Iorio, asume una posición crítica respecto de un término que sigue siendo martillado día a día en los colegios: “patria”. Jeriko lo desnuda tal y como lo que es, un discurso construido que nada tiene de esencial ni sagrado. Un discurso que puede ser utilizado por cualquier gobierno para llevar adelante incluso las más nefastas políticas públicas, como las neoliberales.   

 No me hablés de patria hoy
Tu discurso terminó vendiendo esta raza

 En este circo donde juegan
A que todo marcha bien
Olvidando el hambre

 No me lo cuenta nadie, está todo en la calle
La realidad escapa

 Falso es su patriotismo que ayer
Bien nos hicieron creer

La Argentina en la escuela destaca que los textos escolares contribuyeron a articular una idea de nacionalidad que apelaba a algo preexistente. Como si se pudiera hablar de una esencia de la argentinidad, un molde fijo en el que algunos entraban y otros, que no eran verdaderamente argentinos, quedaban afuera. De esta manera, este discurso planteaba que todo lo que rodea a ese núcleo nacional son enemigos, enemigos tanto de afuera como de adentro. Esto es posible verlo cuando Iorio califica de “apátridas” a los pueblos originarios, ya sea cuando les dice “chilenos” a los mapuches actuales o tacha de “británicos” a los malones. Es bien sabido que se ha acusado injustamente a las guerrillas de los 70 y al mismísimo Che Guevara de apátridas, pero para Iorio el término también parece caberles inclusive a los judíos.

Al asesinato en masa, los hombres lo llaman guerra
Yanaconas es un particular conjunto del under metalero nacional porque toda su discografía se dedica a contar la historia, costumbres y realidades actuales de los pueblos originarios. En la canción “Es Mentira” no solo deconstruye el sentimiento nacional que llevó al conocido genocidio latinoamericano de hace 500 años y a la muerte y suicidio de cientos de jóvenes en Malvinas, sino que también desglosa pieza por pieza el discurso cristiano tan amado por Iorio. La canción además critica, entre otras cuestiones, dos conceptos permanentemente vendidos por el capitalismo, pero que siempre ocultan las desigualdades sociales mundiales: la “libertad” y la “globalización”.

Es mentira la fe que desgastada está.
Es mentira la ira del gran creador
Y es mentira la vida después de morir
Es engaño creado por algunos hombres
Imponiendo rezos, plegaria y sufrir.

 Es mentira la patria y la soberanía
El que aniquiló al indio se rindió en Malvinas.

 Es mentira el folclore que se quiere ver
La pobreza nativa se entregó a perder
Es engaño creado por algunos hombres
Sin escrúpulos y hambrientos de poder.

 Es mentira el canto a la libertad
La educación, salud y el derecho social.
La mentira se agranda en la actualidad
Y la verdad impotente perdió su lugar.

 Es mentira la ira del gran creador
Y es mentira que el diablo aprovecha el sufrir
Es mentira que el hombre se alimentará
Con la gran palabra de su sanador.

 La mentira es un llanto de pobreza mundial
Repercute en el alma de lo marginal
Es mentira el mensaje de amor y de paz
Es mentira cuando se habla de caridad
Es mentira que late en la televisión
Llena de ego, racismo y subestimación.

Absurdo es ser patriota
La Campaña del Desierto fue presentada como la misión de la civilización contra la barbarie y el autor fue una burguesía nacional heredera de la cultura y religión españolas, más específicamente de la Inquisición española. La campaña fue glorificada e incluso hoy en día continúa circulando en los billetes de 100 pesos argentinos. La Argentina en la escuela revela que la glorificación de las batallas militares era uno de los tantos recursos que fueron utilizados para escribir una historia oficial que poseía un relato mítico y que tendía a negar los conflictos y las complejidades. Este recurso fue utilizado por numerosas bandas metaleras locales, como “Violados y Devorados” de Horcas, “Acorazado Belgrano” de Tren Loco o “Los 7 Granaderos” de Raza 1982. Iorio, por su parte, celebró el otorgamiento de medallas por la Guerra de Malvinas y opinó: “No comparto la idea de que eran los chicos de Malvinas, esa es una manera de degradarlos”[7]. De esta manera, la historia corre el riesgo de repetirse: no hay razones para no volver a enviar pibes de 18 años a punta de pistola a Malvinas porque, de todas formas, se convertirán en héroes de una guerra gloriosa. Por suerte, canciones como “Dolor color sangre (Juremos)” de Osamenta le dan más importancia al sufrimiento de los que padecerán esa guerra.

Flota la mierda todos los días
Revienta una bomba acá
Sueño y combato siempre al frente
Revienta otra bomba allá
Despierto y mi cielo se ve gris
Dolor color sangre

 Mirá que absurdo es ser patriota
Nadie lo es conmigo
Títeres somos como ayer
Hijos de puta
Ya ni recuerdo como amar
Me encuentro muerto en vida

 Oh, juremos con gloria morir
Oh, juremos con resignación vivir

 Condecoraron luego mi odisea
Mientras dejaba a un lado mi vida
Mis proyectos forzados al fracaso
Y mi fracaso ignorado por mis pares

 Golpea el viento helado
Disparo mi metralla
Mi pasado es tan real
Como mi presente

 Mis sueños desterrados
Mi futuro destrozado
Compatriotas, ¿Dónde están?
Necesito ya mi paz

Aburridos de lo que habla el metal
Los manuales de civismo, explica la investigación, tampoco poseían rigor científico, ya que definían la democracia solamente como un “estilo de vida”. La Constitución Nacional no tenía referencias a la realidad y, además, se abordaban términos como “persona”, “sociedad” o “Estado”, desde el punto de vista del catolicismo tomista o desde el anticomunismo impulsado por la doctrina de seguridad nacional estadounidense. Incluso es posible encontrar ideas racistas, como cuando se afirma que la Argentina es el único país blanco de América Latina. Idea que no solo es falsa, sino que carece de relevancia alguna.

Los textos de geografía, por su parte, reforzaron la idea de una nacionalidad grande anclada en un territorio igualmente grande, aunque mentían sobre su verdadera extensión. También había una especial atención a las fronteras, las cuales eran presentadas por lo general como puntos de conflicto y no como puntos de intercambio, por lo que había que defenderlas desde la institución militar. Bandas como Arraigo intentan derribar estos sentimientos xenófobos para reivindicar el viejo sueño de Simón Bolívar, la Latinoamérica unida. Así, aquellos que denominamos como “extranjeros” “Traen La Pregunta”.

 Los mexicanos, los guaraníes,
Grito charrúa, también se alza el puño en Chile
Los colombianos, La Paz Bolivia
Oruro, Sucre, Quito, Guayaquil y Lima

 Vienen con lo que pudieron hacer con lo que hicieron de ellos
Traen la pregunta, que nadie quiere contestar
Vienen con su aliento a vino, con sus barrios en la espalda
Aturdidos y algo aburridos de lo que habla el metal

 Caminando o en dos ruedas, con sus remeras banderas
Y conversan bajo el árbol, de horizontes y fronteras
No poseen muchas cosas, ni hay cosas que los posean
Se acercan de los rincones, pa’ que las cosas sucedan

Si bien están comenzando a surgir algunas bandas ultranacionalistas, como Raza 1982, que están listas para ocupar el lugar vacío que está dejando Ricardo Iorio, otros conjuntos metaleros vienen a discutir otras problemáticas. Grupos como Exocet, que poseen una sólida conciencia de clase, también están listos para cantar “La Pena de Morir Sin Gloria” y denunciar las desigualdades inherentes al capitalismo: “Compraste el terreno y la casita. Y tu himno no lo canta hoy”.


Fuentes:
-Romero, Luis Alberto (2004) “La Argentina en la escuela. La idea de nación en los textos escolares”.


[1] https://www.youtube.com/watch?v=x38c8Za4DXc 
[2] https://www.anred.org/2017/08/22/ricardo-iorio-enfrentado-a-los-mapuche-cambiara-la-letra-de-una-cancion/
[3] https://www.clarin.com/espectaculos/musica/ricardo-iorio-boca-renga-hijos-desaparecidos_0_HyL5UILHb.html
[4] https://www.clarin.com/espectaculos/musica/ricardo-iorio-boca-renga-hijos-desaparecidos_0_HyL5UILHb.html
[5] https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/acusaron-a-iorio-por-discriminacion-nid7559
[6]https://www.infobae.com/sociedad/2018/09/16/exabrupto-de-ricardo-iorio-sobre-activistas-pro-aborto-esas-zurdas-nunca-encontraron-un-macho-proveedor/ 
[7] https://www.youtube.com/watch?v=2BnF6_Sd0zw

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