5 discos 5 a puro torrent, downloading y rippeo – Andén 73

Hay un reclamo que los puristas de la música hacen con cierto tino: la adicción por el downloading barrió bajo la alfombra la escucha atenta. Cuando se contaba con solo unos pocos pesos al mes para destinar en un disco, se leía, se averiguaba, y recién ahí se compraba. A veces uno la pegaba y a veces no. Amortizaba el costo del disco con su escucha; una y otra vez giraba el disco, sonaba el cassette, se repetía el cd. Se acababa conociendo a la perfección el objeto y el arte que contenía. Ya no será más de ese modo.

5 discos 5 para mirarnos al espejo y no bancarnos el defecto – Andén 72

Hay un universo de corrección política que subsume a los discapacitados bajo la categoría de personas con capacidades diferentes chicos especiales y toda una serie de eufemismos que maquillan el lenguaje en busca de una autocomplacencia bien pensante. Los ciegos, los mudos, los retrasados mentales, los inválidos, los mancos son la diferencia encarnada dentro de la mismidad. Son nuestros hermanos, nuestros hijos, nuestros tíos, los anormales paridos por el vientre de la normalidad que nos mentimos para no tener miedo. Porque la discapacidad o la capacidad diferente, pone el acento sobre nuestro miedo de ser eso que nos espanta, nuestro temor a criar hijos que no serán como el común de los hijos, nuestra incomodidad ante la idea de hacernos cargo de eso de lo que no quisiéramos hacernos cargo y se nos impone.

5 discos 5 para llegar a un asado con la cajita feliz – Andén 71

Una porción de muzza en la estación de liniers, o lagua de choclo en Aldo Bonzi. Galletitas toddy o un pedazo de pan con mate cocido. Tener algo para masticar es darse el lujo de no tener hambre. El lujo ruin y miserable de saber que mientras masticamos hay quien no tiene qué tirar en el pozo de su desesperación. Allí espichan todas las militancias, todos los credos, todo lo que nos mentimos que somos cuando nos vemos frente a los espejos del ego. Solo el que tiene hambre sabe lo que es el hambre porque su experiencia es intransferible. Por eso somos capaces de tolerar y aceptar la presencia del hambriento, porque la mayoría de los que están frente a estas palabras, incluso quien escribe, ignora lo que es mal comer durante días cuando no hay qué ni con qué.

5 discos 5 para usar con medias y ojotas – Andén 70

Quienes peinamos canas hemos visto correr muchas modas bajo los puentes de París: parripollos, tamagochis, canchas de paddle, chupetes de plástico duro colgados del cuello, peronismos pseudo-filo izquierdistas en musculosas femeninas. Instrumentos del consumo, las modas, cualquiera sean, nos abren la puerta para que nos apiñemos allá, entre el montón, buscando ser únicos pero no demasiado; porque pertenecer, lo que se dice pertenecer, tiene sus privilegios.

5 discos 5 para calcar en el mapa dos islas perdidas – Andén 69

Las Falkland no son dos islas ubicadas geográficamente en el ano congelado del mundo. Las Malvinas no son dos parcelas a todo color que se calcan de un mapa en Abril para que la maestra de turno nos ponga un “muy bien diez felicitado”. Que Malvinas fuera una guerra repleta de muertos es, en todo caso, un hecho anecdótico. Malvinas es una herida narcisista en una sociedad cuya única dignidad bélica terminó en 1816, cuando las oligarquías patrias decidieron que los opresores, ahora, serían ellos.

5 discos 5 con GPS para no caminar al garete por barrios fuleros – Andén 68

Hay una infinidad de mapas que ayudan a recorren los caminos que llevan desde la puerta de casa hasta el Dorado o hasta Shangrilá. Hay mapas con división política, con división física, mapas en donde se detallan las poblaciones y la escala hipsobatimétrica. Hay mapas que nos dan una pista sobre la política vernácula y que sirven para entender quién es quién en el escenario ideológico. Hay mapas para todo, pero nunca representan fielmente la verdad. En el mapa está el ojo del cartógrafo, está su estrechez y su prejuicio y su deseo y sus ganas locas de que al final de la última línea trazada esté el tesoro escondido allí donde nace el arcoíris.

5 discos 5 pa´ escurrir las papas fritas con el diario – Andén 67

Por ahí la cosa no es que lo medios hegemónicos cuenten un cuento que no es amparados por su dinero; sino que los medios alternativos no tienen un discurso lo suficientemente creíble o articulado para calar masivamente en la consideración popular. Pensar otra cosa es creer que la gente come vidrio. Si la realidad es una construcción, en una de esas el cemento que usan es viejo y los ladrillos son de barro. La información es en estos tiempos un producto. Si lo que se dice no es interesante no hay que echarle la culpa a la falta de pauta oficial. Lo que hay que hacer es decir lo que se piensa sin caer en la tentación de mostrar un culo en primer plano ni llamar a des alambrar.

5 discos 5 ¿Ambientales?, de culo con la hipocresía – Andén 66

Tenemos una concepción hipócrita de la naturaleza. Se nos pianta un lagrimón cuando muere una ballena pero comemos merluza en peligro de extinción. Protestamos contra la minería a cielo abierto, pero usamos celulares que se hacen con coltán, producto de la minería a cielo abierto en el Congo. No nos gustan las papeleras pero el papel que tiramos junto a nuestros residuos en bolsas de plástico no salió de una maceta. Pedimos trabajo pero no queremos que jodan a la pacha mama. Esperamos que el progreso nos toque a nosotros pero cuando llega en forma de autopista ponemos el grito en el cielo. EL gataflorismo garpa como factor de alarma pero desnuda nuestra ética mal construida.

5 discos 5 para bailar a David guetta en la puna con travestis – Andén 65

No se puede definir lo que no se queda quieto. No se pueden dar las características esenciales de algo que se vuelve todo el tiempo sobre sí mismo y mezcla y reformula lo que lo antecede para vomitarlo renovado y nuevo. La filarmónica de Gotemburgo y los wachiturros; las fábricas de coca cola y los Coyas que venden telas para vivir en Villason; el que vende cd truchos en la estación de Gerli y la especialista en literatura clásica; el gran maestro de ajedrez y el que pasa horas jugando al guitar hero. Todos ellos son una pieza, un elemento vital dentro de una miríada de culturas que se fusionan y conviven y se repelen y mixturan. Hacer fuerza para que quepan dentro de un mismo estante nos obligaría a dejar fuera a muchos de ellos. A la larga, a todos porque no hay quien esté a la altura del listón tan alto donde habita el ideal.

5 discos 5 para esas chicas que militan con musculosas de La Cámpora, porque les quedan muy lindas – Andén 64

Ahora es buena onda militar, cool, copado, supercalifragilisticoespialidoso. Pero no siempre fue así. Hasta no hace tanto, muchos de los que hoy militan celebraban la muerte de las ideologías. Hubo militantes de fuste como Casildo Herrera; pero no debemos olvidar que también José Luis Manzano y Coti Nosiglia eran militantes. También se milita en el Pro, en el partido Obrero, en el ridículo partiducho de Biondini. Por eso militar no es un valor. Levantar banderas de colores diversos no es un valor. El valor, como piedra de toque de una ética de vida, debe demostrarse todos los días, sostenerlo en actos y en años. No claudicando. No sumándose a la pasión de los recién conversos que un día se levantan y creen -como Agustín de Hipona- que el reino de los cielos está a la vuelta de la esquina y el código postal se lo ponen ellos.