a sabemos bastante sobre el funcionamiento de la deuda a nivel macro. Entendemos cómo funciona a nivel global, como un dispositivo de captura. Las entidades financieras otorgan dinero a cambio de determinadas medidas o proyectos económicos que funcionan de garantía, pero en realidad son “contraprestaciones”. La deuda, como dispositivo financiero de captura, es un servicio. Importa menos el dinero que las condiciones. Por gigante que fuera una deuda, a largo plazo cualquiera sería pagable. El problema real está, como ya sabemos, en ese contrato que se firma con el diablo, donde las condiciones de negociación nos son siempre desfavorables. El