Django sin cadenas (Django Unchained 2012) es la octava película de Quentin Tarantino y, una vez más, despierta polémicas: la revancha de los marginados y la deformación irónica de la historia hacen una nueva aparición. Así como en Bastardos sin gloria (Inglourious basterds 2009) el centro era un comando de judíos que cazaba nazis en plena Guerra Mundial; en ésta, Django es un esclavo liberado por un excéntrico caza recompensas y que, dos años antes de la guerra de secesión, se venga de los blancos que tienen a su mujer.