Escribo estas líneas mirando el reloj con cierta impaciencia. Todo el tiempo estoy llegando tarde, todo el tiempo tengo que estar yendo hacia otro lugar. Imposible sentarse a escribir. Muchos menos a re-flexionar, a realizar esa acción del pensamiento que implica detenerse y volver sobre las cosas, los acontecimientos, las ideas. Detenerse, para avanzar. No, imposible. Solo hay avance. Las maquinas perforados avanzan en el cerro, el gobierno avanza en sus declaratorias de muerte, la justicia avanza en su persecución de los que estorban. No, imposible detenerse. Y, sin embargo, hay una voluntad que pecha, que tira, que te dice,
El deseo de transformar los sonidos. Primer Festival Margaritas – Mujeres de la música de Catamarca – Andén 91
Si Catamarca fuera una mujer, seguramente muchos la juzgarían tímida y calladita. Sin embargo, en la intimidad, como algunas madres, despliega un carácter fuerte en las relaciones que proyecta, haciendo resonar su voz potente para imprimir un carácter familiar sobre todos sus hijos.
Tierra de gente guapa: entre el orgullo y el estigma – Andén 74
En la provincia de Catamarca se extiende de sur a norte la Sierra de Ancasti. Subiendo la Cuesta del Portezuelo con dos horas de micro ya está uno arriba. Desde allí se ve el amplio valle donde se construyó la capital provincial, rodeada de todos los verdes, algarrobos y cardones de los cerros más bajos. A medida que se va subiendo, se siente el cambio del clima: el aire fresco y limpio y una calma de árboles y cuarzos que te van despojando del calor y el movimiento de la ciudad.