Existe una disputa por el poder de nombrar de la que el signo cultura forma parte. La cultura hegemónica, culturas adjetivadas o la ausencia de cultura le imprimen a las prácticas sociales una valoración diferenciada, pero también contingente.
Otro día para ser… – Andén 79
Según Aristóteles, la metáfora consiste en darle a una cosa el nombre de otra. Desde ya entendemos que no es posible pensar sin metáforas y que todo pensamiento es interpretación. Estos pensamientos muchas veces son impuestos a partir de una serie de relaciones sociales que componen y se identifican con lo que hoy conocemos como “Estado”.
Disputar la cultura – Editorial 65
En esta ocasión el tren se detuvo en un andén plural, un pluriandén podríamos arriesgar. Porque pensar la cultura así solita parecía algo poco, limitado, pero a la vez inmenso e inabarcable. Inmenso en el sentido de intentar meter absolutamente todo lo que es producido por el hombre allí dentro de este único concepto. Limitado, si efectivamente decíamos: “esto es la cultura” dejando inevitablemente fuera, en un espacio salvaje, aquello que no fuese contenido en la definición.
Notas sobre la cultura popular – Andén 65
Vamos a entrar en un terreno conflictivo. Definir a la cultura popular es arduo. Los términos, tratados históricamente por separado, ya planteaban dificultades: la cultura no era vista como la producción simbólica compartida.