Del estado a la escuela: lo que nos pide y lo que nos da – Andén 79

Del trabajo comunitario en las escuelas, de las clases en aulas y veredas, de rondas abrazadas entre maestros, alumnos, padres y vecinos, surgen estas preguntas, airadas e inquisitorias denuncias. En cada una se enhebran mil respuestas, por eso preguntamos, porque algo sabemos. Más que una ausencia son invitaciones, manos tendidas para pensar sobre lo que nos merecemos…

La barbarie de lo popular. Apuntes sobre la interculturalidad en la escuela – Andén 65

Los invito a transportarnos a la inocente etapa de nuestra infancia, a los recuerdos de nuestra maestra inmaculada, a la pureza de la realidad intramuros de la escuela… y especialmente a su más sutil lado oscuro fácilmente ilustrable a partir de otras imágenes y otros discursos que circulaban (y siguen circulando) en el espacio áulico y que conviven con las enunciadas anteriormente.

¡Ay, educación! – Andén 63

Soy un trabajador de la educación, no puedo evitar involucrarme en tratar de cambiar lo que creo que debe ser cambiado. Hay muchos temas sobre los que se pueden escribir libros. Este, sin duda, es uno de ellos. Una vez más me encuentro escribiendo sobre “algo de tanto”, y deberé seleccionar (¡¡¡Socorro!!!)… y plantear un muestreo de problemáticas, con algunas opiniones mías. En fin, generar debate.

Ser niño o ser menor: el Derecho como discurso de clausura – Andén 63

La infancia como momento de vulnerabilidad es una ocasión para ser protegido o para ser reprimido en función de la categoría en la que el Infante haya sido colocado previamente. La calidad de ser niño o ser menor no responde a razones biológicas sino a la ideología de los grupos dominantes que mistifican a ciertos grupos, encerrándolos a priori en un solo destino posible.

Treinta y cuatro años de historia personal: Entrevista a mí misma- Andén 63

Raras son las veces que me animo a escribir sobre mí, generalmente lo hago pensando en mi familia, mi militancia política, o cosas de la vida de los otros que son merecedoras de dar a conocer. Pero cuando Andén propone hablar de educación y de estas cosas que pasan… sentí que era tiempo de contar lo mío. No es arrogancia, es que me sentí objeto de estudio y que, humildemente, pueda servir la experiencia para los que vienen.