El nuevo escenario político con el que vemos llegar el 2010 debe llevarnos a reflexionar sobre la curiosa forma de ejercer el rol político de nuestros representantes. El deseo por parte de la Presidenta de la Nación de utilizar reservas del Banco Central para el pago de deuda externa enmarcada en el cuestionado proyecto Fondo del Bicentenario abrió la caja de Pandora de una inesperada crisis institucional. Las cuestiones puramente técnicas escapan al grueso de la población. ¿En qué sentido o en qué momentos debe, la principal entidad monetaria, mantenerse independiente de los vaivenes políticos?