Nuestra Constitución Nacional dice en su artículo 25: “El Gobierno Federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las artes”.
Se estrenó Machete en la Argentina: El James Bond latino – Andén 51
En las películas norteamericanas clásicas siempre había entre sus personajes secundarios un actor de color. Luego, en los 80 y 90, siempre había un oriental. En las películas actuales, siempre hay un latino. También en las películas alemanas actuales hay un turco y en las italianas hay un filipino. Entonces: siempre hay un inmigrante, porque en la vida siempre hay un inmigrante.
Ese extraño “objeto de arte” llamado inmigrante – Andén 51
La imagen del inmigrante ha sido, es y será constantemente recurrida desde todos los rincones del universo del arte. ¿Ingenuidad? ¿Estilización? ¿Realismo? ¿Verdad? Partamos de la puesta actual de El Conventillo de la Paloma de Santiago Doria en el Teatro Nacional Cervantes para pensar una posible aproximación a esta imagen.
De buenas y malas inmigraciones: De yo- vos- nosotros versus los otros – Andén 46
La elaboración y reproducción de argumentos estigmatizadores no es algo propio de determinados grupos etarios o de sociedades y épocas concretas, es una construcción cultural de todas las sociedades, un fenómeno universal, intrínseco a todas las personas. Dondequiera que existan relaciones humanas hay identidades, hay un yo que se posiciona frente a un otro, otro que se nos asemeja, con el que me relaciono, como una suerte de espejo que nos devuelve la mirada y que a la vez se nos diferencia/distancia. Otros con los que me relaciono y me agrupo (NOSOTROS), donde se funden las semejanzas, lo característico que se realza por la diferencia y la contraposición con aquellos que no las poseen (OTROS). Sólo lo diferente puede ser objeto de una concepción estereotipada, y por lo tanto, no hay estereotipos sin un grupo social de referencia.