2 a.m., Nakano. Salgo de un bar a una de esas calles de ladrillos tan elegantes que caracterizan al barrio y donde los catadores de tragos y sake pasan un rato interactuando hasta que deciden volver a sus casas. Yo también encaro la caminata de cinco minutos que va a llevarme a la mía en la parte más residencial del barrio. No hay un alma a la vista, pero sí un semáforo peatonal, el mismo por el que paso siempre y en donde una y otra vez me pregunto por qué carajo existe. Está en rojo. Estoy a punto de
Mitofilia japonesa – Andén 92
Los japoneses no empezaron a escribir sus historias sino hasta el siglo VII de nuestra era. Por aquellos años, la emperatriz Genmei le encargó a un escuadrón de compiladores que buscaran cuanto relato oral existiera en las islas a fin de completar la empresa inconclusa que había dejado el emperador Tenmu al morir en 686. La compilación tomó forma de manuscrito en 712, cuando Ō no Yasumaro transcribió los hallazgos de sus colegas.
Japón: hombre empuja a otro a las vías del tren por escuchar música demasiado alta – Andén 91
La policía de la prefectura de Kanagawa arrestó a Shingo Kashiwazaki, un hombre de cuarenta años, por haber empujado a otro de treinta del andén número tres de la estación de trenes JR Chigasaki, tras haber discutido por el ruido que salía de los auriculares del último, según informó TV Asahi. El hecho ocurrió el pasado 7 de junio a las 21:40h. Kashiwazaki, un empleado de la empresa Sumitomo Realty & Development, no solo empujó con ambas manos al damnificado, sino que además lo pateó en la cara repetidas veces cuando éste intentaba subirse nuevamente al andén, como bien muestran las cámaras de seguridad.
El rostro ajeno – Andén 89
En una novela de Kobo Abe, a la cual le robo el título para este ensayo, un cirujano plástico es víctima de un accidente que le deforma la cara y lo obliga a compararse con un hibakusha, un sobreviviente de la bomba atómica que quedó desfigurado de por vida. Esto lo lleva a forjar una máscara tan perfecta y precisa como un rostro humano con el propósito (o excusa) de reconquistar a su esposa, quien lo rechaza por su deformidad. Comienza así la historia de una extraña forma de adulterio que está repleta de reflexiones sobre la identidad porque, por supuesto, la máscara se va a adueñando poco a poco del personaje: “¿Acaso tener un rostro es un requisito tan importante?”, “Podemos sacarnos algunas máscaras, pero no todas”, “Lo que llamamos amor es en realidad el juego de desenmascararnos unos a otros”.
Fichines ponjas – Andén 88
Masaya Nakamura, también llamado “el padre del Pac-Man”, falleció el 22 de enero de este año. Fue el fundador de la empresa Namco, después devenida en Namco Bandai, que desde los años setenta y ochenta compite en Japón con Sega, Nintendo, Capcom, Konami y otras. Fue uno de los tantos grosos que convirtió al país en la cuna de los videojuegos.
El síndrome de Stendhal – Andén 87
Es la reacción psicosomática de una persona que resulta expuesta a cantidades inconmensurables de belleza, sobre todo en museos o galerías de arte. Lleva este nombre en honor al reconocido autor francés, quien habría padecido por primer vez el síndrome cuando viajó a Florencia en 1817 y estuvo cara a cara con un Botticelli. No existe aún tratamiento o terapia alguna.
Síntomas: taquicardia, depresión, vértigo, desmayos, aturdimiento, alucinaciones.
Causas: estrés, traumas infantiles, desequilibrio hormonal, represión de recuerdos.
Psicodelia – Andén 86
La música (electrónica) está sometida, como todo en este mundo, a nuestro creciente anhelo por singularizar, a nuestras pretensiones taxonómicas que, ¡oh!, casualidad, coinciden con las imposiciones civilizatorias de segmentación y fraccionamiento. Así, existen géneros como el ambient y el house, pasando por el bubblegum dance, el electronic rock, el IDM wonky, entre otros tantos como el breakstep, el vaporwave y el posdisco electropop chillwave. La lista es infinita y ni siquiera los djs la conocen bien.
Latinoamericanismo en Japón. Una crónica – Andén 85
La primera vez que fui a “Café Lavandería” fue junto a un famoso economista mexicano que reside en Japón, de quien por razones políticas voy a preservar su identidad. Nos infiltramos por esas callejuelas angostas, pero luminosas del barrio de Shinjuku Ni-chome; pasamos una engrasada casa de ramen, un túnel repleto de paraguas abandonados, caminamos varias cuadras más ante el desinterés propio de las capitales primermundistas como Tokio, hasta que, en una esquina en donde había un bar de lesbianas y un minúsculo puesto de onigiri, llegamos a destino.
Azul casi transparente – Andén 84
“Puse el pequeño fragmento de vidrio, que chorreaba de sangre, en mi bolsillo y corrí hacia la calle brumosa. Las puertas y las ventanas estaban cerradas, nada se movía. Sentí que me había tragado una gigantesca criatura; que yo estaba dando vueltas y vueltas dentro de su estómago, como el héroe de ese cuento de hadas”.
Japón y la basura de los otros – Andén 83
El mundo estero está poblado de montañas de desechos. Ninguna civilización, ninguna cultura ni ningún país puede decir que ha resuelto el problema. Japón, uno de esos conglomerados humanos que a miles de kilómetros parece tener la solución para todo, se vincula con la basura de modos particularmente ambiguos, como todos, pero a su manera.