Argentina es un país de soluciones, históricamente lo es, porque ha logrado plantear soluciones a las dicotomías de la modernidad: su más grande solución fue la invención del “Peronismo”, el ejemplo por excelencia. Las reglas del juego son la modernidad (Liberté, égalité, fraternité), el estado nación y las instituciones en orden jerárquico, los sistemas de producción hegemónicos y los modelos obligatorios que garanticen el orden en favor de “minorías privilegiadas” (aquellas por las que se exaltaba Fukuyama en detrimento de las mayorías).