Sin el ánimo de meter a todos en la misma bolsa, reconociendo que hay distintas situaciones y diferentes incoherencias, comentaré una línea histórica. La actualidad, 1982, 1886 o en cualquier año. Conductas individualistas que perjudican a los demás. En el sálvese quien pueda, aunque parezca lo contrario, no se salva nadie. Quien quiera entender que entienda.
Preguntas de ayer para comprender el hoy – Andén 69
De las pocas cosas que pueden aceptarse sin mucha discusión en la actualidad, una de ellas, es la velocidad de los tiempos que corren: las transformaciones que produce la revolución tecnología constante, la globalización, los mercados transnacionales, la economía financiera a escala mundial; y en ese contexto están el vaivén de los Estados-Nación, de las democracias de los países, ya imposibles de designar como del “Primero” o “Tercer” mundo, los partidos políticos polifacéticos que se autodenominan socialistas y llevan adelante políticas conservadoras, o las sociedades conservadoras que botan gobernantes socialistas, o los partidos de derecha que continúan ganando adhesión en una época supuestamente definida por la reactualización de las izquierdas, etc. En fin, tiempos confusos cuya única constante es el cambio.
De mapas, fronteras y aclaraciones – Andén 68
Amigos de Andén: qué creativos para las temáticas. ¡Hablar de Mapas! Es un tema donde uno dice: “¿qué elijo?” En lugar de: “¿qué se me puede ocurrir?”
La política como ruptura – Andén 68
La mayoría de las recetas y recomendaciones prácticas suelen constar de 3 pasos. Tres parece ser la medida justa de lo necesario para alcanzar algo. En nuestro caso, indistintamente de alcanzar algo, puesto que no es el objetivo, tendremos que recorrer 11 pasos; pero a la altura de este tercero, veamos a qué lugar de las recetas prácticas y las destrucciones reflexivas nos llevan tres tesis rancieranas.
Relaciones políticas – Andén 67
“Paradoja”, con esa palabra finalizó la primera nota, con la cual dimos comienzo a esta serie de “Disparadores Rancieranos”, y que en su número inicial, intento pensar esta idea de que “La política es ante todo una relación”, y que es a partir de esa relación que se definen los sujetos políticos, y no a la inversa.
Perón le hace el juego a la derecha – Andén 66
En la política argentina, Perón es como Nietzsche: dependiendo de la cita, se puede definir a qué línea pertenece el autor. Con el General hay para todos los gustos.
Disparadores rancieranos para pensar la filosofía contemporánea – Andén 66
A lo largo de los últimos quince años, y de las sucesivas traducciones al español, la obra del pensador francés Jacques Rancière se ha puesto en el centro de atención de un variado conjunto de discusiones, que incluyen a la filosofía política, la estética y la literatura, principalmente. Una de las notas distintivas de su pensamiento, nota que lo vuelve interesante para pensar nuestra realidad argentina, es su constante interrogación por la emancipación. Dos de sus más repercutidas obras El maestro Ignorante y El espectador emancipado, apuntalan esta cuestión de la emancipación, tanto en el campo de la enseñanza como en el de la política.
El lugar de la resistencia humana – Andén 64
Reflexionamos sobre diez razones por las cuales comprometerse con lo público se vuelve primordial y sobre por qué los espacios de militancia política, entendidos como zonas mucho más amplias que los partidos políticos o sindicatos, se constituyen como las polis modernas, como el espacio político por excelencia y ni más ni menos que como el lugar de la resistencia humana.
MILITANCIA (con mayúsculas) – Andén 64
«Hasta que no te pase a vos / no vas a entender / Siempre así, tan egoísta / Hasta que no te pase a vos, no vas a entender / Clásico individualista / Decido que no te quiero escuchar / Decido no formar parte de tu plan» – Setentistas – Ataque 77
Militancia: El arte de militar – Andén 64
En rigor, de verdad esta nota no será una nota y tampoco daré precisiones ni respuestas al planteo del problema que intento hacer. Dicho lo cual, purgo mi culpa y mi conciencia tranquila comienza a escribir, ayudada casualmente por mí mismo. Se preguntará Ud. Si continuar o no leyendo. Y aunque mi consejo es parcial, y poco independiente, su curiosidad (si aún no ha dejado de leer) lo llevará hasta el final. Le propongo, si bien no concordar conmigo, que confrontemos juntos.