En épocas de video-política no nos queda más que juzgar a la televisión como médium omnipresente entre lo comunitario y lo individual. Nuestra relación con los hechos sociales hace tiempo que dejó de ser de cuerpo presente. Asistimos al foro público colocándonos frente a la pantalla. Desde allí damos o quitamos nuestra aprobación, abonamos la ilusión de participar de un proceso social enjuiciándolo con un mero clic al control remoto.
El Origen de los Prejuicios – Exclusivo Web
Al intentar abordar un tema tan complejo en apariencia como el de los prejuicios, y con la intención de ubicar su posible origen, la primera solución que encuentro siempre a mano resulta ser un sencillo diccionario. Buscando el origen busco una definición. Entonces, me encuentro con la siguiente: “prejuicio. juicio u opinión sobre algo (agregaría «o alguien»), antes de tener verdadero conocimiento de ello¨ idea preconcebida o discriminatoria sobre las personas o sus acciones, y que cohíbe obrar con libertad”.
De buenas y malas inmigraciones: De yo- vos- nosotros versus los otros – Andén 46
La elaboración y reproducción de argumentos estigmatizadores no es algo propio de determinados grupos etarios o de sociedades y épocas concretas, es una construcción cultural de todas las sociedades, un fenómeno universal, intrínseco a todas las personas. Dondequiera que existan relaciones humanas hay identidades, hay un yo que se posiciona frente a un otro, otro que se nos asemeja, con el que me relaciono, como una suerte de espejo que nos devuelve la mirada y que a la vez se nos diferencia/distancia. Otros con los que me relaciono y me agrupo (NOSOTROS), donde se funden las semejanzas, lo característico que se realza por la diferencia y la contraposición con aquellos que no las poseen (OTROS). Sólo lo diferente puede ser objeto de una concepción estereotipada, y por lo tanto, no hay estereotipos sin un grupo social de referencia.
Notas para una reflexión sobre el sexo y los adolescentes – Andén 16
Los adolescentes tienen sexo. Esa es una verdad de Perogrullo. Incluso los padres más preocupados por los quehaceres sexuales de sus hijos no pueden evitar que estos indaguen en lo más primal de la naturaleza humana. Negarles una sólida formación sexual tanto dentro de su núcleo familiar como en el ámbito educativo es coartar su libertad. Ningún ciudadano debería ignorar la existencia de las múltiples formas de ejercer el placer y las correspondientes normas de profilaxis que aseguran la persistencia de cualquier práctica de esta índole e incluso de la vida misma.