Las regulaciones del sentido (Segundo comentario) – Andén 79

uedaron atrás los tiempos en que las instituciones estatales operaban como los principales reguladores de la vida social. Pero sería apresurado concluir que nos hemos liberado de cualquier tipo de regulación. Por el contrario, cabe sostener que actualmente hay múltiples y complejas regulaciones operando en simultáneo sobre nuestra subjetividad. En esta nota nos proponemos esbozar un análisis, parcial sin dudas, de algunas de estas nuevas modalidades de regulación del sentido tal como se manifiestan en el espacio virtual de los grandes mass media[1] a través de las nuevas tecnologías (web 2.0).

5 discos 5 pa´ escurrir las papas fritas con el diario – Andén 67

Por ahí la cosa no es que lo medios hegemónicos cuenten un cuento que no es amparados por su dinero; sino que los medios alternativos no tienen un discurso lo suficientemente creíble o articulado para calar masivamente en la consideración popular. Pensar otra cosa es creer que la gente come vidrio. Si la realidad es una construcción, en una de esas el cemento que usan es viejo y los ladrillos son de barro. La información es en estos tiempos un producto. Si lo que se dice no es interesante no hay que echarle la culpa a la falta de pauta oficial. Lo que hay que hacer es decir lo que se piensa sin caer en la tentación de mostrar un culo en primer plano ni llamar a des alambrar.

Diálogo con Claudia Acuña: “La academia en comunicación esta muerta, hace años que perdió el tren” – Andén 67

Es usual iniciar una entrevista describiendo al personaje y situándolo en un contexto que le confiere importancia para el tema tratado. Claudia Acuña disloca desde el minuto cero este tipo de periodismo y no por faltarle mérito, sino justamente porque en su caso no es la figura lo importante. El diálogo que mantuvo con ANDÉN, entonces, ya no parece el de individuos, sino se asemeja al de colectivos: un diálogo inter-subjetivo, en el que emergen movimientos, situaciones y problemas que exceden cualquier subjetividad, donde el periodismo que practica está más cercano a los bolivianos en el mercado central que a de Fontevecchia y la pauta oficial. En un principio uno puede pensar que eso no es periodismo y mucho menos comunicación. Sin embargo, baste leer algún producto de la editorial Perfil para ver qué cosa no es el periodismo. La disputa se da allí, en el corazón de la prensa; en palabras de Claudia “hoy lo que parece es que el medio no es el mensaje, el mensaje es el mensaje”. El periodismo entonces deja de ser una mercancía, y como todos sabemos que “los maestros del mercado no capitalista son los bolivianos”.