La palabra autismo proviene del griego; autos significa ‘propio, uno mismo’. En el célebre DSM, manual de acuerdo científico universalizado y global para el diagnostico de enfermedades mentales, los criterios que se toman en cuenta para determinar un trastorno autista recurren al tema de la comunicación y la relación o, para expresarlo con exactitud, de las falencias y/o ausencia de estas.