La noticia de la muerte de Kirchner en aulas de la Universidad Central de Venezuela: El político de la década

Era miércoles 27 de octubre y, como había llegado temprano a mi clase, me conecto unos minutos a Internet para revisar mi correo. Eran aproximadamente las 9 de la mañana en Caracas -lugar en el que me encuentro como estudiante de intercambio- y las 10:30 en Argentina. Inmediatamente llamó mi atención un mail de mi hermano cuyo asunto era: “Urgente, murió Néstor Kirchner”. De muchos de mis amigos hubiera esperado una broma de mal gusto, pero como venía de mi hermano sabía que no sería una broma. Y no lo era. En efecto, en el mail informaba sobre el fallecimiento del ex Presidente.

La vida y la muerte, una misma cosa – Editoral 49

Pepe Mujica, presidente de Uruguay, dijo en los funerales de Kirchner que hay que celebrar la vida y la lucha como homenaje a los compañeros convocados por las leyes de la biología. No hay mejor definición posible para iniciar y clausurar los debates sobre el acontecimiento político más importante de la escena nacional desde la crisis de las instituciones del 2001. La muerte de Néstor Kirchner será pensada, escrita y leída durante años como un punto de inflexión en la vida nacional. Esta publicación, que ha comulgado a medias con el proyecto que encabezó el ex presidente, siempre ha tenido una mirada crítica ante las graves falencias de forma y fondo que presentó esa entelequia alguna vez llamada transversalidad. Esa distancia no le resta méritos a los importantísimos logros que su gestión alcanzó en los términos de una paulatina normalización de la crisis social que devastó y devastará aún por años a las capas más desvalidas del tejido social. Acaso sea demasiado pronto para realizar un análisis más o menos certero sobre su persona. Sus funerales dieron una muestra de cariño y adhesión que, como en el caso de Raúl Alfonsín, sólo generan los muertos.

De cómo continuar con el kirchnerismo – Andén 49

Desde bien entrado el S. XIX y con la consolidación del capitalismo en el S. XX, el hombre se ha transformado en el homo-faber. El Trabajo, no es sólo la actividad, sino la forma de vida entorno a la cual se ordena todo nuestro mundo. Y del S. XXI ¿qué decir? ¿Podemos pensar la condición humana sin remitirnos al trabajo? Y más aún, ¿podemos relacionar la definición de la condición humana en el S. XXI con el kirchnerismo? (!!!)