¿Una casa de mentira, con ladrillos de verdad? – Andén 45

A veces nos encontramos con ideas que, ni bien las comprendemos, nos parecen a la vez obvias y reveladoras. Algo en nuestra cabeza nos dice y sí, era así de simple nomás. Y no deja de sorprendernos que alguien haya encontrado la fórmula justa para tornar evidente lo evidente.
En «Ciencia, política y cientificismo» esta experiencia se repite una y otra vez. Y aunque aquí tomaremos sólo unas pocas ideas, recomendamos, y mucho, su lectura.

¡Eureka! Ciencia en la Argentina – Editorial 45

Aristóteles decía que la filosofía era la ciencia de las primeras causas y los primeros principios. Lo que nos deja que la ciencia versa sobre eso: causas, principios y -agrega el sentido común-,consecuencias. Como modo de pensar y como actividad creadora y beneficiosa para la comunidad humana, la ciencia o las ciencias tienen por objetivo determinar un campo de acción, entender un orden determinado de la realidad y cambiarlo. De algún modo el filósofo antes parafraseado y sus seguidores, por ejemplo Marcilio de Padua, sostuvieron que las artes (un extraño sinónimo de ciencias) son lo que el hombre pone de sí en la naturaleza para mejorarla y así sobreponerse a su indefensión y a su debilidad constitutiva.