Este mundo solamente romperá tu corazón – Andén 91

Todos tenemos la experiencia del bucle mental, esa idea compulsiva a la que volvemos una y otra y otra vez sin solución de continuidad y que nos impide retroceder tanto como seguir adelante. Esa idea, asociada a prácticas determinadas, es quizás una de las características principales de la neurosis obsesiva. Un retorno a la niñez más primaria en la que el acto de la repetición fijaba conceptos. Eso que hacen los infantes, que ven un millón de veces las mismas películas, los mismos dibujitos; que preguntan casi como en una conmoción mental “¿Y mamá? ¿Y papá? ¿Y Candela? ¿Y la moto?”. La repetición pavloviana, como fijación y refuerzo de algo del mundo que nos ha interpelado y se afinca en el hondo bajo fondo eternamente sublevado.

La pantalla parlante – Andén 91

El turbulento desarrollo del siglo XX a nivel histórico evolucionó de la mano con el progreso del cine como arte joven, atravesando rumbos cambiantes hacia su propia validación como expresión artística, desligándose de las voces que lo ubicaban como un arte menor, sucedáneo del teatro y de la literatura. Artes que, por otra parte, el cine establecerá una comunión por siempre, nutriéndose de ellas. De igual manera sucede con la música, una simbiosis esencial.

Sonidos del antropoceno – Andén 91

Lo que impacta en estos dos haikus es el nivel de percepción que, aunque simples (¿qué puede haber de raro en percibir una camelia cayendo?), exigen una extremada refinación perceptiva. ¡Hay que aguzar el oído para oír la caída de la camelia y se requiere estar bastante despabilado para poder entender de qué se trata el silencio de las flores! Por otro lado, la experiencia de estos poetas del haiku viene de un tiempo y un espacio que hoy puede parecer extraña. Nos habla quizás de una experiencia frente a la cual, actualmente como habitantes de las modernas metrópolis, quedamos perplejos. ¿Pues en qué lugar hallaremos la camelia que cae y el silencio de las flores? ¿Y qué tiempo tendremos para sintonizar nuestro estar al que nos proponen los haiku?

Altar. Humano, demasiado humano – Andén 91

Reificar el mal. Abigarrarlo a las voces; ocultarlo en la brevedad del silencio; hacer del mal una forma de vida, una obediencia debida; es más: reproducirlo, potenciarlo, multiplicarlo. Las formas de la maldad no es una nominalización de desujetarse, sino por el contrario, de volver a anclarse a grandes referencias que de tan monstruosas −siempre monstruosas para enfrentarse a los monstruos, como lo proponía Nietzsche− no nos dejan ni la faz. El mal nos borra la faz, los ojos, nos deja vacíos de órganos −decía Artaud−, nos devuelve al mundo, pero en el vacío más brutal e inhóspito. Quizás el mal sea la verdadera modulación de la vida, el único sentir plenamente bello antes de la muerte. Hacer el mal, orientarlo, volverlo ético, una voluptuosidad.

¿Cómo suena lo solemne?: la música y lo sacro en el recitado del Corán – Andén 91

En su Lección inaugural, Roland Barthes recoge a Jakobson y enuncia: “Un idioma se define menos por lo que permite decir que por lo que obliga a decir”, agrega además: “La lengua, como ejecución de todo lenguaje, no es ni reaccionaria ni progresista, es simplemente fascista, ya que el fascismo no consiste en impedir decir sino en obligar a decir”. Aunque no sea nada nuevo para lectores que han presenciado polémicas en los medios de comunicación sobre el lenguaje inclusivo y la Real Academia Española, conviene siempre tener en cuenta que ni siquiera la lengua es un espacio alejado del conflicto.

Ni chiquitos ni precarios ni provisorios. Las radios comunitarias argentinas. Diálogo con Claudia Villamayor – Andén 91

Desde la irrupción de la radiofonía en los sistemas de medios, la puja por la palabra ha sido una batalla encarnizada por imponer subjetividades de toda índole. Una de ellas es la que identifica los medios como una instancia más del mercado y su poder. Sin embargo, hay un sector heterogéneo de la radiofonía difícil de clasificar, cuyos intereses se encuentran tan lejos del mercado como de los poderes de turno. De ese sector y de las aspiraciones y necesidades a las que busca dar voz, hablamos con Claudia Villamayor, docente e investigadora de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata y de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes; periodista ; comunicadora social y una de las voces más autorizadas en América latina sobre comunicación popular y gestión de medios comunitarios.

Cantamos y contamos – Andén 91

Se advierte que la lectura de esta nota puede ser interrumpida por mujeres que pasan cantando.
Somos muchas, un montón. No nos conocemos, con algunas jamás nos vimos y quizás tampoco nos volvamos a ver. Venimos de todos lados. Entre la multitud, está ella. No sabemos quién es. Abre su boca como para empezar un buen beso. Hace un sonidito casi inaudible, casi un suspiro y pronuncia la letra u. Pone la palma de su mano sobre sus labios y los golpea con ella suave y repetidamente.