Baldomero Fernández Moreno descubrió setenta balcones y ninguna flor; Andén precisó recorrer setenta y siete números, antes de encontrar su temática más próxima: el ferrocarril. Hace años que venimos con la perorata de los vagones, los quebrachos, las vías, los pasajeros; todas excusas válidas para encontrar un enfoque profundo de temas intencionalmente marginados, pero no para saldar nuestra deuda. El tema no es simple. No se trata exclusivamente de una trama histórica, porque la actualidad nos interpela; pero tampoco se trata sólo de un hecho actual, porque solo con la historia bajo el brazo se comprende nuestro aquí y ahora.
«Convoy articulado autopropulsado sobre vía férrea», a sólo una estación de decir «sí» – Andén 77
El oscuro estado de los trenes genera una gran tristeza, cuando se piensa en lo que eran aquellos trazos ferroviarios que se extendían como venas por el país. El desafortunado destino de las locomotoras tiene su sostén en intereses políticos. Sin culpabilizar, no pondremos la atención en el ayer ni en el hoy, sino en el mañana. Es un llamado a concientizarnos.
Nombre y diferencia: yo quiero ver un tren o el juego de los ferrocarriles – Andén 77
Así como todo tiene un comienzo, el ferrocarril en la Argentina tuvo el suyo. Hubo un primer tren, un primer tendido de vías, un primer conjunto de trabajadores que pusieron su esfuerzo por un proyecto que, en esos tiempos, aún se vislumbraba difuso y poco rentable. Puede que recordar ese comienzo y sus avatares sea un ejercicio útil.
¿Filosofías para qué? ¿Periodismo para quién? Rancieranas para la resistencia cultural – Andén 77
Para dar fin a algo, resulta un buen ejercicio volver al comienzo, y mirar el camino andado. En la primera nota que dio origen a esta serie de Disparadores Rancieranos, dije que la intención de estas notas era “utilizar una herramienta [las Once Tesis de Jaques Rancière) para profundizar la reflexión, con la intención de llegar a lugares incómodos, que nos hagan repensar nuestras ideas y praxis cotidianas”.
Ferrocarriles: ¿dominación o emancipación? Apuntes sobre Scalabrini Ortiz – Andén 77
Fue Raúl Scalabrini Ortiz quien una vez dijo: “Los trenes fueron un instrumento del colonialismo inglés, deben ser ahora una herramienta de independencia”. Este autor señala en Historia de los Ferrocarriles Argentinos[1] que los ferrocarriles instalados en suelo argentino con capitales extranjeros fueron un instrumento más que ha servido a la dominación. Lejos de intentar hacer un examen exhaustivo del pensamiento de Scalabrini Ortiz en estas pocas líneas, nos limitaremos a mencionar brevemente aquello que el autor propuso respecto de la relación entre los ferrocarriles y los capitales extranjeros, para luego analizar ciertas líneas de convergencia con la noción de desoccidentalización. ¿Es esto posible? Creemos que sí.
La experiencia del andén – Exclusivo Web
Puedo ensayar, es decir equivocarme, que nuestro nombre “Andén” fue predestinado por una mente lúcida y previsora, a sabiendas de las posibilidades que la denominación daría. O puedo, también, afirmar con vehemencia todo lo contrario: que los escritos de “Andén” fueron llenando un contenido no previsto en lo absoluto y que los sabios azares de la improvisación fecundaron sin saberes; que el casual devenir solucionó imposibles.
Nostalgia era la de antes – Andén 77
Cuando se transita por el oeste del conurbano bonaerense, tarde o temprano uno se topa con el ferrocarril Sarmiento. Esa mole llena de trabajadores y punguistas, esos vagones donde se fuma porro y se escucha cumbia aun a riesgo de la propia integridad es el hábitat de gente como Gustavo Guevara, que conoce a todos los vendedores ambulantes y a todos les quedó debiendo. Este es su sentido homenaje a la fauna más exquisita y heterogenea de extramuros.