“Una lengua es un dialecto con un ejército y una armada”. La frase es atribuida al lingüista y referente en el estudio del yiddish Max Weinreich. Si bien la autoría es discutida (y de hecho el especialista no la habría pronunciado, sino que supuestamente escuchó la frase en una conferencia por él dictada), es interesante poner en relación una declaración tan lúcida sobre la arbitrariedad de las diferenciaciones y estatus entre lenguas del mundo con el estudio de una lengua minorizada y no directamente relacionada a un estado nacional, como es el yiddish.
5 discos 5 para una voz en el teléfono – Andén 78
Neruda decía que a veces uno se cansa de ser hombre. Del mismo modo, uno se cansa de ser lenguaje, de estar atravesado inapelablemente por palabras viejas, por signos tatuados en los huesos que marcan la cancha de lo que se puede y de lo que no, de lo que existe para nuestros ojos y de lo que solo existe gracias al mero artificio.
Surcos con la lengua – Andén 78
El origen de la angustia es la ausencia de palabra. Nombrar es el primer paso para ahuyentarla, pero a veces las que tenemos no alcanzan, por eso hay que inventar. En ocasiones, tampoco eso sirve. La ferra en el pecho se agarra, aunque llante. Lagrimo milpesares escalofriando mis ahogos, en tanto mi desconcierto de aquejas rotura todos los silencios.
Ne govorim slovensko. Una experiencia de traducción – Andén 78
Sentarse ante un texto en otra lengua. La primera posición es la del lector: “[quien] llega al término de su viaje cuando ha captado el contenido del texto”. Pero bien, esto se vuelve un camino dificultoso cuando se hace referencia a una lengua con la que existe una notable distancia.