El lunes 19 de abril –un día antes de que comience en Cochabamba (Bolivia) la 1º Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra-, ANDÉN estuvo conversando con el Sr. Raúl Prada (Viceministro  de Planificación  Estratégica de Bolivia) antes de que comience el panel “Construyendo el vivir bien. Logros de 4 años de gestión del Presidente Evo Morales Ayma”.

Antes de subirse a la tribuna, Raúl Prada adelantó en exclusiva para el periódico ANDÉN algunas de las ideas que expuso luego ante un nutrido público procedente de diversos países sobre “Los umbrales y horizontes del Estado Plurinacional de Bolivia y el proyecto civilizatorio del vivir bien frente al cambio climático”.

 El análisis conceptual y práctico del Estado Plurinacional de Bolivia, las expectativas puestas en el desarrollo de la 1º Conferencia Mundial de los Pueblos, el capitalismo como causa estructural del desastre ecológico planetario y la larga transición hacia el socialismo son algunos de los temas abordados en este diálogo.

 

ANDÉN: ¿Qué es el Estado Plurinacional de Bolivia?

RAÚL PRADA: El Estado Plurinacional fue una construcción de los movimientos indígenas originarios campesinos, en reunión constante y permanente quizás en una parte, una etapa de la lucha de los movimientos sociales, en una organización que se llegó a llamar el pacto por la unidad.

Los indígenas de tierras altas iban con la visión de la descolonización en la perspectiva de la reconstitución y con la visión más bien de lo plurinacional; es decir, hemos tenido una visión intercultural de la descolonización.

Lo que se hace es llegar a un acuerdo, proponer un Estado Plurinacional comunitario, para expresar esta perspectiva colonizadora en la visión de lo plurinacional y recuperar la perspectiva de la reconstitución en la visión de lo comunitario. Entonces es un pacto un acuerdo entre las organizaciones sociales y ese acuerdo se transfiere a la Constituyente y asume esa matriz referente como parte fundamental del proyecto de descolonización y fundación de la segunda república.

El EP es básicamente eso, un proyecto de descolonización pero también es un proyecto pluralista que reconoce nuestra propia diversidad; pero también es un Estado que se propone superar el Estado Nación, el Estado moderno y se propone llegar a una nueva forma de Estado, de una nueva relación entre Estado y sociedad.

ANDÉN: ¿Cómo se traduce esa diversidad cultural en la Constitución y en las Políticas de Estado?

R. P.: En la Constitución se traduce en el primer artículo y en la transversal de toda la Constitución. En el primer artículo se dice que “es un Estado unitario social de derecho plurinacional comunitario con descentralización administrativa, política y autonomía. Y el Estado se mueve en el pluralismo económico, social, político y cultural”. Entonces ahí se traduce en la Constitución Nacional.

Y en las políticas públicas se tiene que traducir en esta etapa que es la etapa de la aplicación de la Constitución. Recién vamos a aplicar la Constitución, vamos a desarrollar las leyes fundacionales, las leyes que van a crear un nuevo mapa legal e institucional sobre el que se base ese Estado plurinacional. Es decir, la aplicación recién viene.

ANDÉN: ¿Cuáles serían esas líneas o esas leyes que se deberían promover para este reconocimiento?

R. P.: Según la Constitución, es la ley marco de autonomía, la ley del órgano ejecutivo, la ley del órgano legislativo, el tribunal constitucional, el régimen electoral; pero también la ley de gestión pública y un conjunto de leyes que obviamente tienen que ver con las características de la transformación de los tres modeles que están inscriptos en la letra de la constitución: el Modelo de Estado plurinacional comunitario, el modelo territorial, el pluralismo autonómico y el modelo económico, que es social comunitario y ecológico.

ANDÉN: Entrando a esta cuestión de lo ecológico. Hoy están en Cochabamba más de 20.000 personas provenientes de todas partes del mundo para dar inicio a la 1º Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. ¿Cuáles van a ser los ejes centrales que se van a discutir en cada uno de los talleres, debates y paneles que va a haber a lo largo de estos tres días?

R. P.: Son 17 mesas oficiales y hay todo tipo de tópicos de discusión y de debates, desde temas que tienen que ver con una concepción de las estrategias hasta temas que tienen que ver con problemas de migrantes climáticos, pasando por un conjunto de temas que tienen que ver con el análisis estructural de la problemática que no es ya sólo climática sino es una crisis ecológica, que por lo tanto exige un análisis crítico ecológico de las causas que derivan no solamente en el cambio climático sino en la crisis ambiental.

Son 17 mesas que tratan de hacer un análisis y balance. Entre ellas también están las mesas que van a trabajar en una evaluación de los que ocurrió en Copenhague. Por otra parte, hay más de 120 mesas autogestionarias que van a tratar de acuerdo a los tópicos, las agendas, las investigaciones de trabajo de un conjunto de instituciones, ONG; y movimientos sociales que han venido a plantear su preocupación pero también su crítica, sus reivindicaciones y su visión. En estas mesas se va a trabajar fundamentalmente una concepción de los movimientos sociales. Ésta es una conferencia de los movimientos sociales.

Entre ambos ámbitos se va a tratar de desarrollar una propuesta no solamente para México, donde será la nueva cumbre, sino también una agenda de trabajo de los movimientos sociales, los países, las organizaciones, los científicos, los intelectuales. Una agenda de trabajo, un programa de trabajo en las perspectivas de una transformación estructural del modelo civilizatorio capitalista.

ANDÉN: ¿Cómo está caracterizado este modelo capitalista?

R. P.: El modelo capitalista es un modelo que se ha desarrollado -según algunos historiadores económicos o multidisciplinarios- desde aproximadamente el siglo XVI y abarca tres o cuatro ciclos del capitalismo donde han ido de alguna manera transformando esta forma de valorización del valor pero esta forma depredadora del comercio, el consumo y la producción y que termina de manera cíclica en crisis financieras. Ahora estamos en un ciclo realmente complejo porque los niveles, los alcances, las potencialidades de este ciclo capitalista son muchísimo más depredadores, complejos y devastadores. Y hemos entrado en una crisis financiera que tiene características asombrosas desde el punto de vista de la especulación, de las burbujas financieras, de la administración especulativa de la propia crisis.

Entonces en estas condiciones hemos entrado en una especie de crisis del capitalismo que no puede sostenerse por sí mismo y no puede seguir administrando financieramente su propia crisis. Y, por otra parte, hemos entrado a una espacie de impacto del capitalismo funesto que ha puesto definitivamente en peligro al planeta y a la vida. Y en este sentido exige una respuesta categórica de las sociedades humanas frente a la posibilidad de un cataclismo planetario con dimensiones alarmantes desde el punto de vista de los propios desequilibrios de los ecosistemas.

Entonces, en este momento se necesita ya una respuesta categórica. Por eso, la propuesta boliviana es de que nos unamos todos los movimientos sociales, los países, los intelectuales para afrontar definitivamente al capitalismo y buscar un modelo alternativo al capitalismo que llamamos desde la perspectiva de los pueblos indígenas: “Vivir Bien”.

ANDÉN: Ese vivir bien implica pasar de una posición antropocéntrica, o sea donde el hombre es el centro del planeta, a otra visión biocéntrica, en la cual el hombre es parte de la naturaleza.  Y donde el hombre debe reconocerle derechos a la Madre Tierra. ¿Qué reflexión hace al respecto?

R. P.: Es una ruptura y un desplazamiento epistemológico muy fuerte. Es decir, que significa un descentramiento de los antropocentrismos, de los socio-centrismos y los tecno-centrismos. Y esto implica fundamentalmente, concebir a la naturaleza como un sujeto de derechos y como un sujeto de vida. Además implica incorporar la perspectiva de los seres orgánicos de la biodiversidad en una perspectiva compleja. Es decir, es otra manera de percibir, de concebir, de  construir nuestra forma de involucrarnos en esto que llamamos naturaleza.

Eso, evidentemente, son descentramientos fuertes como tú has dicho y rupturas epistemológicas. Pero además, implica una relación distinta con la naturaleza donde nosotros nos debemos incorporar en equilibrio y armonía con la naturaleza a partir de distintos códigos y acciones. Pero reproduciendo constantemente ese equilibro, que en la lengua aymara se llama Pacha: Equilibrio.

ANDÉN: ¿Cómo puede lograrse en Latinoamérica con realidades sociales, económicas y políticas tan diferentes esta congruencia en el vivir bien o modo de vida diferente?

R. P.: Ésa es una buena pregunta. Porque por una parte hay una perspectiva indígena que trata de actualizar sus propios códigos y sistemas culturales y simbólicos que han perdurado y resistido a lo largo de los propios ciclos del capitalismo e incluso del colonialismo.

Pero por otra parte, están las perspectivas de resistencia de sociedades que han sido afectadas, transformadas, explotadas, marginadas y discriminadas por el propio capitalismo. Y ésas no son respuestas indígenas sino más bien de sociedades que sufren ese capitalismo. Y esas respuestas tienen otras características que pueden ser modernas, antimodernas o posmodernas pero de lo que se trata en este caso es de articular ambos proyectos de resistencia al modelo capitalista.

Y por lo tanto, de lo que se trata y ahora comprendemos es que no sólo es una perspectiva indígena sino, sobre la base de la perspectiva indígena, articular varios proyectos de sociedades alternativas. Es un proyecto pluralista.

ANDÉN: Cuando uno está en política tiene ilusiones de que las cosas cambien. ¿Usted cree que es posible un cambio civilizatorio?

R. P.: Ése es un tema difícil porque es un tema que implica obviamente temporalidades. Y esto no es fácil trabajarlo y manejarlo. Eso va a depender de los ritmos y fuerzas de los movimientos sociales a escala mundial, de la intensidad de la propia crisis del capitalismo.

Esto en algunos economistas, como Samir Amin, ha sido calificado como la larga transición al socialismo. No sabemos si es una larga transición a un socialismo, a un comunitarismo o a otro proyecto que tenga más bien características ecologistas. Pero obviamente sabemos que es una transición compleja y difícil.¿Cuánto tiempo nos va a tomar? No sabemos. Pero lo importante es que es necesario partir y tomar acciones inmediatas. Es decir, empezar una nueva etapa, una nueva historia, empezar a deconstruir y descomponer la maquinaria capitalista. Esa es una tarea de hoy. ¿Cuándo lo lograremos? No va a depender de una especulación o una estimación sino va a depender de muchos ritmos tanto de los movimientos sociales como de la crisis del capitalismo■

Entrada anterior Balance de la CMPCC
Entrada siguiente VII. Barroco, quinta parte – Andén 36

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *