¿Por qué hablar nuevamente de la vejez, y de la muerte que siempre la circunda? ¿Será por que acaso el cronista de discos ya no resiste con tanta algarabía la resaca? ¿Por qué ya es tarde para convertirse en ninja, en niño prodigio, en actor porno? ¿Por qué envejecer implica reconocer las limitaciones y el principio de realidad y las obligaciones y todo eso tan pesado que uno se carga sobre los hombros cuando suena el despertador a las seis de la matina? ¿Qué es lo que ven los viejos cuando miran para atrás? ¿Cuándo ven a sus nietos? ¿Qué ve un viejo en facebook cuando busca a sus amigos que no estarán nunca porque se han ido muriendo antes de cargar sus fotis? ¿Y el que vivió mucho y de tanto vivir se da cuenta de que hay cosas que ya no recuerda? ¿Cuándo descubre que esos amores que casi lo llevan a la muerte se volvieron una anécdota de 5 minutos una noche de sábado entre otras historias, entre narraciones gastadas como esos libros húmedos y ajados del desván?
Ni ve, ni siente, ni piensa nada que pueda ser comunicado. Porque el impacto del paso del tiempo es algo incomunicable, intransferible, que si se quiere saber no más hace falta tener el valor y la fortuna de comer a diario hasta llegar allí, donde todo huele a nuevo y a pronta muerte. Por eso 5 discos 5 de viejitos piolas, para esperar el jaque mate con las manos en las partes pudendas haciéndole fuck you a las estrellas porque sí, porque a ciertas alturas, al fin y al cabo, sólo queda eso■
Forever Cool -2007- Dean Martin. Quizás les suene como contrapartida de Jerry Lewis con quien integró una de las duplas cómicas más hilarantes de Hollywood. No obstante Dean Martin fue uno de los cronners más importantes del clan Sinatra. Un cantante con swinn, pura onda y buen gusto, una suerte de dandy que se apoderaba de las miradas y los oídos, algo así como el galán que pobres diablos como Michele Bublé sueñan con llegar a ser. Este disco, fruto de la tecnología, combina las pistas de sus grabaciones para el sello Capitol con la voz y el sonido de artistas del hoy que accedieron a rendirle tributo entre los que se cuentan Joss Stone, Robbie Williams y Charles Aznavour, con quien canta su gran hit “everybody loves somebody”. Un gran, gran disco, en serio.
Chambre avec vue –2001– Henri Salvador – Prócer de la música popular francesa, Salvador es considerado el primer cantante de rock de ese país y el introductor de la bossa nova. Todo eso mezclado con chanson francesa y jazz. Luego de un errático período que abarcó los 80 y los 90, volvió al ruedo de la mano del gran resucitador de muertos, Benjamin Biolay, quien le produjo este disco y co- escribió algunas de las canciones con él. Un disco de climas amables con una impronta jazzera, que rememora el sonido club de los 60, sin la estridencia de la experimentación, con acento en las canciones de amor que se resignifican en la voz de un anciano que quema sus últimos cartuchos. Para el oído poco habituado a la música francesa puede pecar de monocorde, para el resto, un buen disco de un gran ídolo.
Colección latina –2002– Mina. He aquí el prototipo de la estrella que rehúye a la fama, que se encierra en su mansión y conversa con su público solo desde sus obras. La gran estrella italiana, con una de las obras más prolíficas (un disco por año desde hace 3 décadas) presentó una verdadera rareza en su discografía con este disco en castellano, canciones propias y covers inoxidables del romancero latino de todos los tiempos. No hay modo de que su voz no suene a bolero del 60 (circa trío los panchos), su voz en el sampler de una época que repite como un loop siempre nuevo una orquestación y una textura. Suena vieja y extraordinaria, como una Circe que desde su isla espera nuestra llegada para convertirnos. “Puro teatro”, “Y qué” y “Amor Mío”, Imponentes.
Sinfónico –1998– El Tri. Después de 30 años de roncanrollear por todo México, Alex Lora, prócer del rock en español y en especial del mexicano, realizó un concierto en vivo acompañado de una sinfónica que le imprimió aires grandilocuentes a una serie de himnos coreados por miles de jóvenes y viejos que acompañaron el camino del Tri en su derrotero de rock y pura actitud. Alex, un viejo cascoteado de pelo largo, chaqueta de cuero y mal hablado, le dio al rock, por ejemplo, canciones como “Triste canción de amor”, versionada por la Renga en uno de sus discos. Eso sólo basta para hacer notar una figura superlativa muchas veces superada por el personaje que él mismo encarna. No por eso hay que olvidar el poder de su poética y su música. Viejo piola si los hay.
Grandes éxitos – Lola flores. La llamada “Faraona” de España paseó su arte durante décadas por la España franquista gambeteando la represión y, acaso, sirviéndose de ella para instalarse como una de las caras más reconocibles del folklore español. Bailaora, coplera no dejó género musical español sin explorar cristalizándolos tanto hacia fuera como hacia dentro de la misma España lo que la coloca como un hito insoslayable de la cultura popular de ese país gracias a la guitarra de su esposo, el guitarrista el Pescadilla. Tanto sus grabaciones más antiguas, “María de la O”, como las más actuales de esta compilación «Apuesta por el amor» (junto a su hija Lolita), la muestran con una presencia vocal que pocas cantantes conseguirían después de ella (quizás María Jiménez o Estrella Morente, pero solo quizás). Una vieja loca para disfrutar.