5 discos 5 Agarrá la pala y andá a laburar, vago – Andén 75

La única utopía buena es la que tiene el buen tino de quedarse en el papel. El resto sólo se labra dejando tras y delante de sí un tendal espantoso de muertos e injusticias que sólo consideran aceptables los que se encuentran del lado sano del gatillo. Cuando una comunidad, una sociedad o una generación se encaminan en busca de ella más temprano que tarde acaban perdiéndose en sus propios pasos, como lo hacen los fieles de cualquier religión. La utopía que inspira y mueve y enamora es también la que obnubila y obliga a porfiar en el deseo aun cuando todo ha dado muestras de su imposibilidad. Fin sin medios, pura potencia sin forma.

“No creemos que la juventud sea un botín al cual hay que usar” – Diálogo con Inés Zadunaisky, precandidata a senadora por MAS-Las Rojas – Andén 75

San Telmo, en los fondos de Gallo Rojo, librería del pensamiento marxista, el cronista de Andén revisa libros que atraviesan el pensamiento de izquierda de todos los tiempos y de todas las latitudes. Será allí donde se encuentre con una de las representantes de la izquierda más roja –como se define– de la izquierda más revolucionaria y aguerrida. Cuando aún la polvareda de las P.A.S.O no amaina el sacudón institucional, Inés Zadunaisky, docente, militante social y precandidata a senadora nos cuenta por qué su partido no llegó a la instancia de octubre, por qué la idea de utopía puede ser engañosa y por qué el aborto es la bandera inclaudicable de la agrupación de mujeres a la que pertenece: Las Rojas.

La incomodidad de ser el presente de ese futuro indeseado del pasado. Utopía, poder, y ciencia ficción – Andén 75

Resulta interesante pensar la utopía y el poder a partir de ciertos clásicos de la ciencia ficción de la época de auge del género, entre 1930 y 1970 aproximadamente, durante períodos marcados por las grandes guerras y luchas por el poder, que implicaron, por un lado, grandes avances científicos y tecnológicos y, por otro, nuevas formas de manejo del poder, muy atravesadas por la estética, los símbolos fuertes y la manipulación mediática.

¿Será que es tiempo de desutopizar? Reapropiarse del ser, del cuerpo y del territorio – Andén 75

Lo pluricultural, lo plurinacional, la biodiversidad, el territorio. Parecen ser consignas y reivindicaciones frecuentes en todo el mundo, provenientes de organizaciones y de movimientos sociales, así como de comunidades territoriales, que evidencian una resistencia local a los efectos de la globalización capitalista y de las formas de acumulación neoliberal. “Un mundo donde quepan muchos mundos”, decía el Subcomandante Marcos.

Algo más que un prejuicio – Editoral 74

Negros, putos, villeros, desplazados de todo tipo, expulsados de la corrección y exiliados de la normalidad. La propuesta de este ANDÉN es pensar y problematizar el concepto de estigmatización, así como su práctica, su verbalización y su accionar. Si bien un recorrido sobre el origen y la utilización de esta palabra es una labor necesaria e interesante, tanto o más lo son las circunstancias que nos llevan a pronunciarla.

Se presentó la Ley de Fomento para Las Revistas Culturales y Autogestivas – Andén 74

El martes 14 de mayo las publicaciones nucleadas en AReCiA presentamos formalmente en el Congreso de la Nación el proyecto de Ley de Fomento a Las Revistas Culturales Autogestivas. Con la presencia del diputado Jorge Rivas, impulsor del proyecto dentro del recinto, se realizó un acto en el que se dieron cita publicaciones, agrupaciones sociales y varios medios de comunicación que retransmitieron lo acontecido a todo el país. Claudia Acuña, presidente de AReCia dijo la que acaso sea la mayor verdad del sector “no somos alternativos ni el plan B de los ‘grandes’ medios. Somos el futuro. La fuerza de la calle nos trajo hasta acá».

5 discos 5 Dale Mauricio, pegame que me gusta – Andén 74

El estigma es una marca en el cuero, un deíctico:  esta llaga,  cicatriz, arañazo. El estigma teórico no existe, es una bravuconada de la intelectualidad ociosa. Si no se lo siente, si no se lo ve sentir, si no se lo comparte no hay idea cabal de su alcance ni de su profundidad. Al estigma se lo lleva, les dice a todos cuál es nuestro padecer aun cuando lo escondamos y los otros no quieran percibirlo; porque su función es señalar una falta, una carencia y una trasgresión. No nos autoestigmatizamos, aun cuando seamos nosotros quienes empuñemos el látigo que nos marca son otros los que operan detrás. Fuerzas enormes y poderosas que púgiles como Freud y Nietzche señalaron y que aún hoy nos cuesta ver.