La pedagogía, cualquiera sea, no lo puede todo. Con ella se pueden transmitir técnicas, narrar experiencias, brindar las herramientas necesarias para conseguir determinados fines pero no pueden despertar pasión y amor por un arte cuando el sujeto por sí mismo no lo siente. ¿Cómo se transmite el conocimiento, entonces, cuando la materia es la transmisión misma de sentimientos, la empatía con un texto, la conexión con el espectador?
Volver al pasado – Andén 82
Para hacer un viaje en el tiempo no es necesaria una gran máquina, solo basta con abrir la puerta de cualquier aula de escuela media y tratar de ver allí los impactos diversos con los que la tecnología talla (o deja de hacerlo) en nuestra vida cotidiana.
Puertas afuera: enseñanza /aprendizaje en el heavy metal – Andén 82
El rock y en especial sus variantes más metaleras han tenido desde siempre una posición crítica de los ámbitos educativos, y por ende, de los mecanismos pedagógicos de la educación tradicional. Pocos escenarios mejores para que el Grupo Interdisciplinario de Investigación de Heavy Metal Argentino (GIIHMA) despliegue su aparato crítico sobre los dispositivos institucionales que acaban por ser muchas veces el basamento de nuestra subjetvidad.
Infancia (des)sexualizada en Japón – Andén 82
Las prácticas pedagógicas no son –o no deberían serlo– el resultado de mentes bienintencionadas alejadas de lo real. Responden a problemas concretos y a necesidades palpables de la sociedad en las que surgen. El ejemplo de la educación sexual en Japón para darles norte a nuestras propias búsquedas y soluciones.
Historias de literatura argentina, historias de literatura egipcia: ¿Cómo se enseña una literatura? – Andén 82
Hay muchas formas de leer, algunas más avaladas que otras. Hay formas que infantilizan los clásicos para hacerlos accesibles a los lectores infantojuveniles, formas de estructurar las lecturas retrospectivamente. Pero siempre queda la duda: La visión histórica y nacional de una obra, ¿es indispensable?
Primeros pasitos – Andén 82
Expulsado de varios colegios primarios en su infancia, Gustavo Guevara aprendió los rudimentos de la lecto escritura a fuerza de la mejor de las pedagogías de aquel entonces: los chancletazos de su madre. Ya de mayor, librado al azar de su destino aprendería a los tumbos que a la universidad de la calle es mejor no quedar debiéndole cuotas porque los matones de barrio te lo cobran a golpes y con retroactividad. Por eso se hizo historietista.
5 discos 5 chupamedias de la profe (pero solo porque es linda) – Andén 82
Los griegos, siempre los griegos. Estos pibes que ahora le tiran piedras a la policía y a los bancos, en otra edad del mundo, inventaron las formas primeras de transmisión profesional del conocimiento. Podemos caer en el romanticismo de la actividad educativa y enumerar los beneficios que la sociedad saca de ella, lo mucho que eleva nuestra condición de tarados cerriles, de cuánto nos salva de (o nos lleva a) las propias mazmorras humanas.
Llover sobre mojado – Editorial 81
Pleno Enero. Estás en la Quebrada de Humahuaca, provincia de Jujuy, con tu trajecito de turista, cuando una niña del lugar te regala, sin saberlo, una gran escena: intenta llenar una bombucha en una canilla de la vereda. Al instante, un hombre mayor, en seco, la sentencia, calmada, pero firmemente, diciéndole: “Vamos a ponerle un tapón a la canilla, si no dejan de jugar con el agua”. Para rematar su argumento pronuncia un comentario que desliza naturalmente, como quien repite lo que ya dijo millones de veces: “¿Usted no sabe que, en otros lugares, hay gente que no tiene agua?”.