Macho el que leyó y volvió – Andén 78

Y Dios separó la Capital Federal del Conurbano y vio que esto era bueno. Entonces dijo: “No es bueno que el vino esté solo. Hagamos un Guevara a nuestra imagen, según nuestra semejanza; y que le estén sometidos todos los tetras y los lápices y los cines porno del tercer cordón electoral”…Y vio que esto era bueno. Con ese sencillo acto nos legó a un cronista que más que voz tiene un lápiz carrasposo, curtido por el whisky y apedreadas en canchas del ascenso.

Nostalgia era la de antes – Andén 77

Cuando se transita por el oeste del conurbano bonaerense, tarde o temprano uno se topa con el ferrocarril Sarmiento. Esa mole llena de trabajadores y punguistas, esos vagones donde se fuma porro y se escucha cumbia aun a riesgo de la propia integridad es el hábitat de gente como Gustavo Guevara, que conoce a todos los vendedores ambulantes y a todos les quedó debiendo. Este es su sentido homenaje a la fauna más exquisita y heterogenea de extramuros.

V de Vegano – Andén 75

¿Utopía? Utopía es viajar sentado en el Ferrocarril Sarmiento a las 7 de la matina. ¿Poder? Poder es saber por dónde caminar para que no te afanen cuando visitas la frontera entre Hurlimgam y San Miguel. Todas cosas que Gustavo Guevara, baqueano de las utopías cotidianas conoce bien y sabe mostrar gracias a su poderoso trazo de adamantium (no, faso no, trazo. Lea bien).

Lápices binarios – Andén 73

Gustavo Guevara, nuestro historietista oficial, se niega a jubilar el tintero y sigue apostando a la tracción a sangre. No sabemos si por convicción o costumbre. Rústico de la tecnología nos envía sus planchas por correo postal y nos reclama su pago en especias; no sea cosa que la AFIP lo bancarise y lo obligue a usar ese espantoso código Qr que tanto publicitan y que nadie en su sano juicio entiende. He aquí su envío de este número.