Existe todo un universo de historias de amor o sexo entre hombres, producidas por autoras mujeres y consumidas principalmente también por mujeres. El yaoi y el material gay tienen muchos puntos en común y muchas coincidencias, pero también diferencias fundamentales. El yaoi es además, un buen indicador de las transformaciones sociales. El Yaoi abre cabezas, corazones y otras cosas…
¿Quién construye tu deseo? – Editorial 80
«Al orgasmo lo inventó la revista Cosmopolitan en los años ochenta”, dijo una vez Sofovich en alguna emisión de Polémica en el Bar, y las carcajadas fueron unánimes. “¿Vos te pensás que mi madre en los años cincuenta no tenía orgasmos? ¿De dónde te pensás que vine yo?”, le respondió uno de sus interlocutores. “¿Pero qué tiene que ver?”, arremetieron los demás casi al unísono, advirtiendo la confusión del interviniente entre goce sexual y concepción.
Eso no se toca: porno para mujeres – Andén 80
Lo pornográfico, lo erótico, lo obsceno: categorías definitorias pero también contingentes, como la mirada. De eso se trata este artículo: frente al porno tradicional, hiperbólico e inverosímil, la mirada femenina se resiste a un conjunto de representaciones que sugieren indiferencia, pasividad y prejuicio ante la construcción ficcional del deseo.
Ha muerto el porno…, ¡que viva el porno! – Andén 80
Delimitar el horizonte del término pornográfico es un desafío que puede encararse de manera diacrónica. Historizar las representaciones sexográficas desde las fronteras de lo explícito o lo implícito es un camino posible. Y sobre todo, encarar el desborde de lo explícito en otras esferas sociales. En esta nota, el autor nos ofrece un somero recorrido de las experiencias posibles en el mundo de la moderna burguesía para pensar el lugar que ocupó (y ocupa) el discurso pornográfico emergente y su masificación
Porno– Andén 80
¿Y para qué sirve la imaginación? ¿Y qué sería del porno sin ella? Una opinión contundente sobre el valor del imaginario como sustrato fundamental del placer.
Cine y Tags – Andén 80
Los cambios en la forma de consumo de productos multimedia; las transformaciones de la experiencia cinematográfica vinculadas con la lógica de la inmediatez y la descarga de contenidos; la desaparición gradual de determinados rituales de proyección de films son algunos de los factores que imponen una serie de preguntas: ¿qué pasa con los cuerpos frente a los nuevos modos de relato? ¿Puede el taggeo del porno constituir una forma de categorización de la intimidad?
Los juegos del límite: trazos de una semejanza entre lo porno y lo heavy – Andén 80
¿Qué pueden tener en común el porno y el heavy metal? Desde el Grupo de Investigación Interdisciplinaria sobre el Heavy Metal Argentino (GIIHMA) se traza una alianza analítica fundamental para proponer y comprender una ética y una estética común en ambos lenguajes.
Erótica tentacular – Andén 80
Alegorías, metáforas, eufemismos: no pertenecen sólo al lenguaje verbal. También al visual, que también es narrativo. Y las alegorías también son parte de la representación pictórica sexual a lo largo de la historia. En esta nota, Matías Chiappe Ippolito indaga las raíces pornográficas de una de las naciones con mayor industria porno del mundo: Japón. Y en esa tradición encuentra nada menos que pulpos. Quizás alegorías, metáforas o eufemismos. O quizás no. ¿Acaso nunca la flasheaste raro?
«Es un mahometano el que se desliza»: erotismo y pornografía en la poesía clásica árabe – Andén 80
Ya nos lo enseñó Edward Said es su célebre Orientalismo: Oriente es una construcción discursiva. Y bueno, todo parece indicar que nos quedamos con esa construcción y al diablo con el conocimiento. Para contrarrestar, este artículo nos ofrece una mirada hacia una faceta de la tradición árabe que suele ser ignorada: la tradición erótica en la poesía.
E=mc2 – Andén 80
El cine Gran California, en la vieja Ciudadela; Los videoclubs del conurbano donde se alquilaban películas condicionadas de los setenta; viejas revistas en blanco y negro pegadas en las gomerías, los tan reveladores dibujos de los baños en la estación de Morón. Todos esos hitos recorridos por la pluma obsena y pegoteada de Gustavo Guevara quien – como muchos – se daba amor a sí mismo ilustrando su imaginación con las mujeres de Milo Manara, Altuna y José Olivera, autor de ese otro pajero incurable, Piturro.