Existen campos del saber que tradicionalmente se asocian a edades determinadas, decisiones pedagógicas y programáticas que clausuran la posibilidad de enriquecer el conocimiento con miradas nuevas y desprejuiciadas. Sin embargo actores educativos como el Grupo el Pensadero pugnan por acercar a la niñez uno de los saberes humanos más complejos y fecundos: la filosofía.
Del estudio de la propiedad triangular – Andén 82
Las ciencias duras son el cuco, para todos: alumnos, padres, docentes. Sin embargo, en los intersticios de esa dificultad aguarda el desafío de encontrar, a sabiendas, los propios mecanismos con los cuales hallar la respuesta en diálogo con otros. Un registro pedagógico en seis movimientos. Una clase de geometría en el séptimo grado de una escuela pública, donde niños y niñas muestran todo lo que saben y lo mucho que pueden aprender en un postergado arrabal porteño.
La escuela como caja de resonancia. Diálogo con Guillermo Folguera, Doctor en Ciencias Biológias y Filosofía – Andén 82
Enseñar ciencias puede ser una tarea ardua sin una reflexión previa que sirva de guía. De la repetición sistemática de experimentos a la evaluación socialmente responsable de las condiciones de posibilidad del conocimiento, conversamos con Guillermo Folguera, investigador adjunto del CONICET, docente del área de historia de la ciencia y filosofía de la biología de la Universidad de Buenos Aires y uno de los jóvenes científicos más críticos sobre el rol de la ciencia en la Argentina.
¿Hacer docencia o ser esclavo de la docencia? – Andén 82
La pedagogía moderna no se traduce solo en una serie de prácticas y teorías, también se plasma en documentos en donde los estados dan cuenta de su visión y de sus imaginarios educativos. La experiencia mexicana es analizada y puesta en foco a través de tres ejemplos que bien pueden ser usados para pensar el fenómeno en toda la región.
Ensayo y horror. Intervenciones socioeducativas con adolescentes – Andén 82
Suele repetirse que el acceso a la educación genera un efecto liberador en los sujetos. Sin embargo, no es posible pensar la educación como institución social separada de los contextos en los que se desarrolla. Por eso esta vez decidimos preguntarnos: ¿Cómo se educa en un contexto de encierro? Nos proponemos relatar esa tensión en el marco de las instituciones que abordan la problemática penal juvenil.
Educación física y discapacidad – Andén 82
¿Cómo enseñar educación física a quienes se encuentran por alguna razón impedidos del uso pleno de alguno de sus miembros? ¿Bajo que conceptos se piensa y qué objetivos se esperan cumplir cuando se le exige un esfuerzo físico a un cuerpo en permanente disputa con sus limitaciones?
Otra forma de construir la educación. Aproximación a la educación autónoma de los pueblos zapatistas – Andén 82
La escuela que conocemos no es la única escuela posible. La educación que tenemos tampoco lo es. En Chiapas, México, el pueblo zapatista no habla de maestros, sino de promotores; no habla de una transmisión pasiva, sino de una construcción colectiva. El pueblo zapatista no habla por hablar, habla de aquello que hace tiempo viene viviendo. Educación autónoma.
Puertas afuera: enseñanza /aprendizaje en el heavy metal – Andén 82
El rock y en especial sus variantes más metaleras han tenido desde siempre una posición crítica de los ámbitos educativos, y por ende, de los mecanismos pedagógicos de la educación tradicional. Pocos escenarios mejores para que el Grupo Interdisciplinario de Investigación de Heavy Metal Argentino (GIIHMA) despliegue su aparato crítico sobre los dispositivos institucionales que acaban por ser muchas veces el basamento de nuestra subjetvidad.
Infancia (des)sexualizada en Japón – Andén 82
Las prácticas pedagógicas no son –o no deberían serlo– el resultado de mentes bienintencionadas alejadas de lo real. Responden a problemas concretos y a necesidades palpables de la sociedad en las que surgen. El ejemplo de la educación sexual en Japón para darles norte a nuestras propias búsquedas y soluciones.
Primeros pasitos – Andén 82
Expulsado de varios colegios primarios en su infancia, Gustavo Guevara aprendió los rudimentos de la lecto escritura a fuerza de la mejor de las pedagogías de aquel entonces: los chancletazos de su madre. Ya de mayor, librado al azar de su destino aprendería a los tumbos que a la universidad de la calle es mejor no quedar debiéndole cuotas porque los matones de barrio te lo cobran a golpes y con retroactividad. Por eso se hizo historietista.