Nos echaron. Putísima manzana. Lo que pasa es que cuando me angustio me viene una ansiedad nueva. Fue la primera ocasión de esta ansiedad en la humanidad. Un síntoma, un estado. Enseguida supe el nombre: ansiedad oral. Un necesidad imperiosa de hablar, de moverme, de comer algo dulce… y estaban ahí… Rojas como una boca.
La gran trama de corazones – Andén 90
Un atentado que cruje entre las palabras de los actores de una obra de teatro, en una sala de teatro repleta de espectadores. En ese crujir de palabras y sensaciones que se agolpan en el espacio, el atentado, firme como una mano que aprieta el puño, expande su propósito y rompe y enmienda, y enmienda y rompe. Este acto tiene, para mí, un nombre y un movimiento “intentos desmedidos por dejar una huella”.
Reflexiones errantes sobre las posibles transformaciones del teatro desde mis distancias – Andén 89
Hace seis años volé de la ciudad de Buenos Aires como muchas personas que se deciden por un cambio… Es en torno a este cambio fuerte de vida y de lugar, donde mi mirada hacia casi todas las cosas se fue transformando. En algunos aspectos, fue de a poco y, en otros, con una rapidez muy singular.
Un cuerpo es un texto – Andén 76
Un cuerpo que dice. Un momento irrepetible. Ese aquí y ahora (tan trillado, pero cierto) que propone el teatro. Soy este. Y lo observo. Y lo entiendo. Y lo amo. Y lo acepto…y lo domino por completo. Qué hermosa palabra, me remite inevitablemente a la belleza. Todos los cuerpos guardan belleza, en su interior o en su exterior…, tal vez a la vista de todos, de ninguno o de uno
Mil maneras sobre el nivel de la creación – Andén 68
Giles Deleuze y Felix Guattari trazaron en su libro Mil mesetas: capitalismo y esquizofrenia varios conceptos de análisis llamándolos (y digo esto de manera muy escueta porque es un libro largo y completísimo) rizoma, árbol, mapa, principio de cartografía, etc. Estos se van desarrollando a lo largo de los capítulos en su oposición y se puede ir vislumbrando su morfología para después poder aplicar dichos conceptos a distintas formas de arte, en su mayoría literario, pero una vez comprendidos, que dicho sea de paso no es nada fácil, pueden también ser usados para otras formas: las artes escénicas.
Militantes en las tablas – Andén 64
Adentro o afuera, en el escenario o en la calle, de bar en bar, de charla eterna en charla eterna, nunca descansaremos los teatreros porque siempre existen temas para sentarse a debatir proyectos exitosos, y no tanto. Pero en la superficie del mar de ilusiones de la gran banda de gente apasionada por el teatro flota y flotará por siempre el deseo y la fuerza por concretar el sueño del estreno. Y eso es militar por algo en común.
En cuerpo y forma – Andén 60
Foucault, en su texto Los cuerpos dóciles, habla de educar al cuerpo, de enseñarle formas y costumbres. Nos transmite algo así como que desde que nacemos nos acostumbramos a enseñarle a nuestro cuerpo a ser… No de cualquier forma -esto es muy importante- de la forma que se debe. Se va domesticando, disciplinando al cuerpo para llegar al punto en el cual podamos movernos y actuar en la sociedad como es debido. Digamos que debemos auto educarnos para ser útiles. En el teatro pasa algo similar, en nuestra cultura y en otras, como es el caso del teatro oriental -para dar un ejemplo de extrema disciplina (teatro Kabuki y teatro No japonés)- el cuerpo se ve intervenido permanentemente desde las más simples consignas hasta las que pueden llegar a ser invasivas, incómodas ó fructíferas, bienvenidas o no tanto.
El teatro sigue abierto en Buenos Aires
Todos los 24 de marzo, desde hace más de treinta años, todos los argentinos recordamos con furia el proceso militar. Pero también recordamos a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, las marchas, los milicos impunes, los viejos “verdes” encerrados en sus pisos, los actores brillantes del teatro de Griselda Gambaro, el ruido del motor de un falcon,a la ESMA que hoy es centro cultural, a la agrupación H.I.J.O.S., al proyecto “TEATRO X LA IDENTIDAD” que trabaja hace 10 años, cuadros que por fin son descolgados, bigotes oscuros, la frase “nunca más”… y también que allá, por esos años temblorosos, había gente que hacía como podía, a escondidas o no… teatro.