La pornografía es una categoría difusa y en constante revisión que se encuentra incluso donde la ignoramos. La falsa intimidad de los otros se nos impone en imagen como producto de entretenimiento a consumir. El cuadro de la genitalidad plena nos invade los ojos, nos ocupa las manos y se derrama en aspectos de nuestra vida que van configurando al pequeño gran voyeur que llevamos dentro. 

Sin embargo, el porno con todas las letras y el porno soft disfrazado dicen más de nosotros que de aquellos que lo actúan. Conocemos de sus ejecutantes los pliegues más profundos, sus fluidos más espesos pero de su intimidad –la verdadera– no sabemos nada. Son desconocidos, profesionales o amateurs, que en una puesta en escena espejan nuestro deseo. ¿Qué hacemos viendo bondage alemán a las 3 de la matina? ¿Cuál ha sido el recorrido que nos ha llevado a esos videítos donde el placer actuado se transforma en el propio? Hay porno para todos, perversiones deliciosas y aberrantes que operan como reminiscencias platónicas trayendo a la luz aquello que las buenas costumbres sepultan en la soledad de la paja. Ante el porno es descubierta la farsa de nuestra moral. Habrá un porno impugnable, que nada nos dice, ni nada nos genera. Pero seguramente habrá también algún subgénero agazapado, con sus tetas y sus pitos al aire, esperando que una deriva de contenidos nos ponga frente a él para fritarnos la cabeza con sus jugos y gemidos. Por eso 5 discos 5 que abren al cielo la flor de sus entrañas, y chorrean la traspiración salada de su música para decirnos sin pudor alguno: “Escuchá, escuchá que te gusta”.

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80_disco1A quantum of hist. The music of James Bond – 2008 – Varios artistas. Pensar que el porno es sólo salvajada y saltos ornamentales desde el ropero a la cavidad más cercana es simplista. Érase una vez, hace muchos años, un cine condicionado glamoroso, casi de lujo, en el que se tenía sexo entre las mejores sabanas y los mejores paisajes. ¿Qué otra cosa es la saga de James Bond sino un derroche pornográfico de lujo, violencia e imperialismo desatado? Al mismo tiempo que se estrenaba el film nro.22, los amigos del dinero idearon este compilado exquisito que mezcla interpretaciones de la orquesta Movie Sound Unlimited, de Shirley Bassey, de Durán durán, y de Chris Cornell entre otros. De más está decir, toda música para ponerla como el más pistola.

 

separador_80_disco2Last Tango in Paris -1972 – Gato Barbieri. El porno es 90% banda Sonora. Música y gemidos cumplen un maridaje indispensable al punto que, con los ojos cerrados, uno puede saber de qué va la escena con sólo afinar el oído. Por eso, el disco que catapultó a la fama internacional a Barbieri es también el telón de fondo de la que es una de las películas más ferozmente pornográficas sin necesidad de un primer plano genital. Saxofón y orquestación de cama muy usada se pasean por lo que es, también, la narración de soledades que no pueden ser colmadas. Por eso, el porno y el erotismo acuden a menudo al jazz, porque esa deriva de acordes improvisados suple la necesidad de ser original cuando se está enroscado a otro. Un disco fascinante para untar la manteca en las tostadas =P

 

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80_disco3Deep Throat Parts I & II -2004 – Varios artistas. La mejor película del género pornográfico tenía que tener la mejor banda sonora. Antes de que el porno se convirtiera en una industria rentable a la vez que cuestionada, existió una película que fundó las bases de todo el porno que vendría con todo lo bueno y todo lo malo. La elección de canciones utilizadas en esta cinta no fue igualada nunca, nunca, nunca. Cada una de ellas se funde en las escenas que musicalizan, como el aire con la luz. Sin embargo, aun si uno no es consumidor del género, el disco vale igual, por sí solo. Un resumen musical de una edad del mundo en la que empezamos a pensar el sexo de manera distinta pero sobre todo, empezamos a disfrutarlo.

 

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80_disco4Erotica – 1992 – Maddona. Cuando ya era considerada la reina del pop, la mujer que mejor entendió el espíritu de los tiempos musicales, lanzó un disco provocador, a la vanguardia del sonido de aquel entonces pero ligada a toda la parafernalia visual que siempre rodeó a la diva. En restrospectiva, lo que hoy nos parecen sonidos y letras anodinos en su momento fueron francamente escandalosos y desde la tapa del disco hasta sus videos, que coquetean con el bondage estilizado de los noventa, sirvieron de argumento para acusarla de pornógrafa megalómana. Sin embargo, Erotica es uno de los primeros discos conceptuales de la década con un sonido que marcaría a fuego el house y la electrónica en general. Porno, lo que se dice porno, no. Pero bien que calentaba los panchos.

 

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80_disco5La última tentación – 1993 – Amistades Peligrosas. Los nostálgicos recordarán su hit más calenturiento y lúbrico, pero el erotismo no era solo un gancho para este dúo español que durante su tiempo en activo propuso discos que versaban sobre el bien y el mal, el consumo de drogas, el paso del tiempo y la vejez. Obviamente con la provocación como herramienta, despertaban con sus letras y sonidos sincopados los instintos más carnales. Pero no es eso lo que los incluye en esta lista sino el desparpajo de contar historias que sobreviven al tiempo, ese obsceno penetrador serial que sea cual fuere la posición que saque de la galera, acaba último y acaba mejor. Contra él y contra el espíritu español que siempre pivotea entre el destape y la pacatería barata, Amistades Peligrosas problematizó los placeres y les dio el claroscuro justo para su época.

 

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