Mirada a Los bárbaros, ensayo sobre la mutación: El principio del mundo bárbaro

Somos esquizofrénicos. Lo sospechaba desde hace un tiempo, pero días atrás caí en la cuenta. Repito: todos somos esquizofrénicos. Los síntomas de la dolencia, nebulosos y oscuros pero siempre alrededor de nosotros, son aclarados por un italiano, académico él, llamado Alessandro Baricco, también conocido como “el autor de Seda”, aquella novelita preciosa donde la poesía y la mejor expresión de la redundancia comandan las riendas de un amor inolvidable. Esa destreza narrativa se pone al servicio de Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación, libro que recopila una serie de columnas que el autor publicó entre mayo y octubre de 2006 en el diario romano la Repubblica, y al que podemos acceder en español a través de una edición reciente de Anagrama.

El poder de la ternura

Sucede de tanto en tanto que queremos algo nuevo. Para algunos será un par de zapatos, otros elegirán (y tendrán el dinero suficiente para) un auto, varios tal vez se busquen una lapicera, un celular, unos pantalones, una remera. Lo que sea. Pónganle el etcétera que prefieran. Así llegó hasta mis manos, y vino a parar aquí, el libro Niños hippies, de Maxine Swann.

Que vuelvan los lentos

Al seguir el título podrían pensar que se están asomando a una diatriba a favor de aquellos bailes que nos entregaron el iniciático roce de manos con unas caderas, o las primeras caricias en las nucas de esos niños brutos que, al son de “uh, baby, i love your way, everyday”… se transformaban en los más dulces del planeta.

Biografía no autorizada de Luis A. Spinetta

Andén no se reserva el derecho de sumisión. Mucho mejor, utiliza esos derechos para sumergirse en los huracanados vientos de la actualidad. En medio de todos los dramas sociopolíticos que amedrentan a Chascomús -la inminente subvidisión del partido, policía represora, ex -intendente herido, jóvenes heridos, respuestas nulas o poco convincentes del Estado, sindicatos y gremios subversivos, descontentos por la nueva norma bolichera…-, ¿de qué vereda se para el arte? Neutral como siempre.