El tren se detiene a mitad de viaje “¡¡¡Eeeeeeh!!! ¿Qué pasa?” Los pasajeros se alborotan, comienzan a gritar. Todo se hace confuso. La temperatura sube, estalla al son del calor de los viajantes. Más adelante están cortando las vías… este ANDÉN se constituye a mitad de camino, en medio de la multitud, de la crispación. Dicen que reclaman los derechos de los trabajadores, pero hay otros que, en el tren, se preguntan: ¿Y nuestro derecho a circular? La colisión de derechos es un tema de una complejidad absoluta. Por ello el interés que genera. ¿Quién dedica mucho tiempo a aquello que puede resolver con facilidad? ¿Quién se apasiona por aquello que puede realizar sin esfuerzo?
Deportes y Política – Editorial 43
Vamos llegando nuevamente a otro ANDÉN. Como siempre, desde hace más de un año y medio. Como nunca, a través del Deporte y de sus vínculos con la política. El complejo entramado conceptual y la pluralidad de visiones sobre el tema son casi tan inabarcables como el funcionamiento de un grabador que, tal vez por voluntad del maligno dios cartesiano que pretende mantenernos en el engaño, tal vez por la bondad de un tiempo en que tendremos revancha; se nos quedó con casi toda la entrevista realizada el viernes pasado al Diputado Nacional Eduardo Macaluse por quien se pasó de estación, Belén Morejón. A pesar de ello, el diálogo salvado no tiene desperdicio, ya que abstrayendo todo detalle, conlleva directamente a la centralidad y profundidad del tema que nos convoca.
Políticas Culturales – Editorial 42
Llegamos, como siempre, a un nuevo ANDÉN. El tema que nos convoca es de una envergadura escasamente calificada, mas sin embargo, deberíamos llevarlo a flor de piel. Es que quienes andan por la vida intentando hacer de este pedazo de tierra un mundo mejor, muchas veces dan vueltas y revueltas acerca de dónde poner el foco, o dónde concentrar las fuerzas. Así sucede, por ejemplo, que muchos entienden la economía como lo determinante, y se avocan a una tarea de concientización sobre la explotación de los trabajadores; o tal vez se entienda que la economía sea lo condicionante, y se abra lugar a la política; o por ventura sea la política lo que determina y la movilización su convocante; mas tal vez lo sea la educación y allí va la tarea docente; sin embargo, la pregunta no deja de resonar en la cabeza de los convencidos: ¿es alguno de esos factores fundamental?, ¿existe algo así como una esencia que debamos captar?, ¿y acaso conviene, si es que tal esencia existe, copiarla de aquellos que se encuentran más avanzados, los llamados países desarrollados?, ¿o acaso debemos construirla, inventarla, crearla? Y más básico aún: ¿Puede esto inventarse, crearse o construirse?
Salud Mental en la Argentina – Editorial 41
Épocas complicadas para pensar la salud mental en nuestro país. Este debía ser un editorial que revisara porcentajes de inversión en salud, que enumerara proyectos y contraproyectos, deficiencias y virtudes del sistema sanitario en materia de psicopatologías. Pero nos encontramos ante nosotros un debate ineludible que de algún modo da cuenta del estado psíquico de la sociedad: la llamada ley de matrimonio Homosexual. A horas de ser aprobada la modificación al código civil que permite el matrimonio de personas del mismo sexo aun resuenan las argumentaciones, algunas de ellas escandalosas, en pro y en contra de dicha ley.
Religión y Fe en la Argentina- Editorial 40
Hay temáticas que cuando se abordan en algún punto tocan una fibra de la propia intimidad, en las que, a pesar de la objetividad pretendida, siempre acaban diciendo o diciéndole algo a quien las enuncia. Religión y Fe en la Argentina es una de ellas. ¿Cómo evaluar fríamente el impacto de una religión en la vida de un país? Más si se la ha practicado o combatido. Más si uno ha sido formado en ella o ha visto a la mayoría de la sociedad formarse en ella. No debe olvidarse que las estructuras religiosas al día de hoy siguen siendo simbióticas con las estructuras estatales.
Construcción de la Noticia: Combates por la Información – Editorial 39
Hace exactamente un año y un mes, el Profesor de filosofía Ezequiel Pinacchio publicó en este medio una nota insuperable, dado que recorre de principio a fin, con total exactitud y justas palabras la temática que en esta ocasión toca abordar. El sublime artículo se titula El fin justifica los medios y ya puede Ud. -que no anda con interludios editoriales- consultarlo por completo haciendo click aquí mismo
El Fin de la Historia: pensamiento único – Editorial 38
La tarde cae, el sol se esconde en el horizonte y la noche rebalsa el cielo. Curiosa estación a la que se arriba una fría noche de un otoño, casi de invierno. Y el fin. El final del recorrido y su constancia. ¿Puede acaso pensarse el final y la constancia a la vez? ¿Tiene sentido hablar de fin y recreación? ¿Puede escaparse –aunque sea mentalmente- del eterno presente que atraviesa la existencia? Pero alto, ¿No estamos acaso en las puertas de una ficción?
Bicentenario: Diálogo entre dos siglos – Editorial – Andén 37
¡Pedazo de estación! ¡Monstruoso Andén! Atónito observa el ingenuo espectador las luces de la gran ciudad. El próximo 25 se cumplen 200 años de historia, de historia pequeña. Hay grandes hechos y pequeños hechos. Cumplir doscientos años es un hecho grande e importante. Pero no por ser un hecho importante o grande es, a la vez, historia grande. Y no es que las historias grandes no puedan hacerse en países pequeños. Ni tampoco que los hechos pequeños no hagan a la gran historia…
Bolivia: CMPCC – Editorial 36
En un viaje en tren se aprenden muchas cosas. Hay quienes no pueden resistirse al somnífero sonido de los fierros deslizándose sobre otros fierros o el lento vaivén, cual cuna de recién nacido, y otorgan su voluntad al sueño; otros que van por los mates y anécdotas de quienes los acompañen, otros que se la pasan de idas y venidas al salón comedor, o se entregan a las brisas frescas que atraviesan los vagones, y tanto más.
Trabajadores: aproximación a fábricas recuperadas – Editorial 35
Este número de Andén es muy particular. Acaso porque el tema lo amerita y todos los participantes nos quedamos con la sensación de que hay mucho no dicho, no por omisión sino porque sus aristas son muchas y complejas. El lector se dirá que no quisimos trabajar, que hicimos un número así nomás; y la verdad es que si llega a esa conclusión luego de leer el presente no tenemos mucho que agregar al respecto. Pero no nos resignamos a nuestras propias limitaciones, porque así como dedicamos este número a los trabajadores y a sus devenires del mismo modo nos dedicamos este número -sabrán disculpar la egolatría- a nosotros mismos.