Obedientes en el amor

De qué nos enamoramos las mujeres? ¿Qué amamos? ¿Cómo amamos? Un día hace no tanto, mientras limpiaba mi casa, me empecé a preguntar cuál era el sentido de todo, de la vida, de mi vida. ¿Para qué estaba en este mundo? Casi sin saber por qué, la primera respuesta que vino a mí, fue que el sentido era el amor y que, tal vez, mi papel en este mundo era cuidar de otros. Lo raro es que esto no solo no me dio tranquilidad, sino que me generó un insomnio y una angustia que duró todo septiembre. Entonces, eso que

Cuerpos colonizados. Colonialismo y modernidad como sustento de dominación

nte mandatos blancos de cabellos lacios; cuerpos sutiles e imposibles, en revistas de moda; ideales de belleza, que corren en una sola dirección, donde la sensualidad es representada con rasgos fáciles y respingados. Identidades hegemónicas venidas en barco. Ante semejante opresión, la alternativa entre obediencia y desobediencia es clave. Este texto elige la desobediencia, elige pensar nuestra constitución de mujer latina, indigenista y plurinacional, e intenta derribar la mirada eurocéntrica constitutiva de nuestras corporalidades. Constituirnos mujeres En el devenir mujer, se entrecruzan una multiplicidad de factores que los feminismos deben tener en cuenta. No todas las mujeres somos constructos sociales

Las mujeres como sujetos transformadores del Heavy Metal – Andén 89

Al escribir sobre música Heavy Metal, como forma artística y movimiento cultural; al avanzar en una lectura orientada hacia el género y las mujeres en el Heavy Metal; al adentrarme en los pequeños espacios reservados para la mujer en este movimiento y al preguntarme por qué el Heavy Metal no ha hecho eco aún de los cuestionamientos de género, me he encontrado con una especie de supuesto generalizado de que la música es en sí misma un lenguaje universal y autónomo y que excede a los sujetos que la componen. Lo mismo sucede cuando hablamos del ethos del «ser metalero», el Heavy Metal tiende hacia un lenguaje de resistencia universalista de «tener aguante», de «no comerse ninguna» y de «destrucción», en donde la construcción de subjetividad es dejada de lado.

¿Quién construye tu deseo? – Editorial 80

«Al orgasmo lo inventó la revista Cosmopolitan en los años ochenta”, dijo una vez Sofovich en alguna emisión de Polémica en el Bar, y las carcajadas fueron unánimes. “¿Vos te pensás que mi madre en los años cincuenta no tenía orgasmos? ¿De dónde te pensás que vine yo?”, le respondió uno de sus interlocutores. “¿Pero qué tiene que ver?”, arremetieron los demás casi al unísono, advirtiendo la confusión del interviniente entre goce sexual y concepción.

5 discos 5 para las ¿almas? sensibles – Andén 34

No hay modo alguno de estar a favor del aborto, aunque sea necesario, se lo acepte como tal y se obre en consecuencia. Aun cuando algunos lleguen a la conclusión de que no han matado a nadie, la reflexión subsiguiente deja, y debe dejar, ese extraño sabor en la boca que deja la duda cuando nos ha picado para siempre. Porque no sabemos si el alma existe o no, y si existe si los dioses nos lo tendrán en cuenta. Y si no existe tampoco sabremos si hemos desechado o no la oportunidad de parir y formar al otro ante el cual reflejarnos y proyectarnos al futuro.