Amás de un país africano le gustaría tener 200 años y a más de un aspirante a Matusalén, también. Pero lo importante no es una vida larga sino una vida ancha llena de instancias y de instantes de los cuales enorgullecerse. Y a la Argentina le vienen faltando. Muertos de hambre, dictadores de poca monta y mucha sangre, fascismos de izquierda y derecha, burguesías dadas al ocio y al soborno, peronemlins y radicaloides siempre mirando el ombligo de sus muertos y una sociedad que valora más el futbol para todos que los hospitales para muchos hacen poco para que deje de faltar.

Al cronista de discos no le gustan los cumpleaños, como se ve, ni es optimista ante el futuro, pero es argentino y tiene que reconocer que algunas cosas buena debe haber en un lugar donde 40 millones de pib@s se pelan el lomo por ser felices y llegar a viejos. Un atractivo tiene que tener el lugar donde viven y mueren los que uno ama. Por eso 5 discos 5 que hacen de la Argentina un lugar bello, porque en su historia también hay héroes (colectivos), artistas, intelectuales, obreros, empresarios de bien y obvio, chicas lindas y generosas que usan musculosas de la selección■


Clics modernos – 1983- Charly García. La obra maestra de quien llevo el rock nacional a su máxima expresión. No es quien lo hizo más popular en el mundo, no es quien lo hizo más experimental, más extremo o más sensible. Es quien lo puso en escena, quien lo cristalizó y le dio los lineamientos de los que no ha podido despegarse aun en la actualidad. Ésta es su obra maestra. Veintisiete años después de grabado, este disco es actual, moderno, infinito. Clásico tras clásico, con pulso humano, con sintetizadores, y letras que todavía hacen vibrar es el ejemplo más claro de lo que García, aun en sus peores etapas dice de sí mismo “la vanguardia soy yo” y tiene razón. Una razón inexpugnable para sonar en el cumpleaños de la patria.

 

Octubre – 1986- Patricio Rey y sus redonditos de Ricota. Siempre será curioso cómo las masas adoptaron a esta agrupación como estandarte, como vaya uno a saber qué forma de resistencia contra quienes. Letras crípticas jamás aclaradas, una actitud anti-sistema que los rodeó de un aura mítica y mistérica para un sonido crudo, rocker como sólo en los ochenta podía serlo. Un disco oscuro, denso, crítico del psico-bolcheviquismo de cartón pintado de la era post-proceso y primavera alfonsinarda. Veinte años antes del escándalo mediático que desnudó al ídolo con pies de barro, Los Redondos, en su segundo disco, sentaron las bases de un sonido que a fines de los noventa devendría en rock chabón, denunciando “esos chicos son como bombas pequeñitas”. Como la gloria nacional, un mito construido entre muchos que no siempre fue sincero, pero siempre fue bello. “No lo soñé y se ofreció mejor que nunca”.

 

En Argentina – 1982-Mercedes Sosa. La más perfecta compilación  de grabaciones en vivo. Al día de hoy no hay registro de actuación en vivo tan fiel en los sonidos que replica y en las texturas que guarda. En el preciso instante en que la voz de La Madre, se posaba en la revelación. Un repertorio que si ya no lo era se volvería clásico gracias a este disco. El sobrio virtuosismo de sus ejecutantes como los casos de Domingo Cura en “La flor azul”  o Rodolfo Mederos en “Los mareados” da cuenta de una majestuosidad inolvidable. Una muestra, un repaso por lo mejor de la música popular que no se circunscribe  sólo al género básico de Sosa, el folcklore, sino que transita el tango, el canto de protesta (“Sueño con serpientes”) y el rock nacional (“Cuando ya me empiece a quedar solo”).

 

 

Boquita de Caramelo – 1995 – Grupo Sombras. Fue el disco de mayor repercusión en el ámbito de la música tropical. Su mejor formación, la más recordada y la que legó la mayor cantidad de hits colocando a una escena ninguneada en al tope de los charts. La cumbia ya no fue, a partir de ellos, una música simpática que escuchaban “los negros”, pasó a ser la banda de sonido del segmento distendido de cualquier festividad.  Hay mucho que criticar del género, pero ellos, en su momento, lo llevaron a su punto más álgido y más efervescente dando la cara por aquellos que no tenían prensa y los siguieron en su trajín de miles y miles de noches. Que tire la primera piedra quien no coreo “La ventanita”. Música para celebrar alegremente, como los miles de pobres que también reclaman una argentina para sí.

 

Troilo para Ud. Vol.1 –  (compilación aprox. Mediados de los noventa colección FM tango) –  Aníbal Troilo (sin ficha de catálogo). El corazón de un tipo de tango que ya casi ha sido olvidado. Aquel tango bailable, que movilizaba multitudes, que generaba adeptos entre aquellos que lo seguían de club a club donde tocaba en los ´40, su época de oro. Una sensibilidad que lo transformó en mito viviente del bandoneón, en el gran director de orquesta de tango, en líder de músicos, en el compañero de los grandes poetas del género. En ésta, como en cualquier otra de las compilaciones que de él se han hecho, sobran los ejemplos fundamentales que lo que creó o ejecutó como nadie, tales como las versiones de “Malena”, “Nocturno de mi barrio”, o “A Homero”. Infaltable para celebrar con el abuelo, para que no narre otro mundo y otras bellezas.

 

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