Uno de los rasgos que con más frecuencia se relaciona al budismo es el del carácter impermanente de nuestra existencia. En una comprensión simple, podemos decir que el budismo explicita que nada permanece igual. No solo el mundo fenoménico, sino aquello que consideramos el núcleo íntimo de nuestra identidad no es más que un discurrir constante. Nada permanece estable.
Estulticia: izquierdas y derechas en el peronismo – Andén 89
Los tiempos que corren en la política argentina sirven para alimentar los mitos sobre el peronismo. Mucho se ha arrastrado el error conceptual del peronismo de izquierda o de derecha. Esta nota desarrollará una breve idea de por qué hablar de peronismos es reproducir una falacia funcional al statu quo.
¿Mutatis mutandis? – Andén 89
Esteban Bullrich, primer ministro de educación del gobierno de la coalición Cambiemos, dijo en septiembre de 2016 que la función del sistema educativo argentino era la de crear generadores de empleo o, en su defecto: “Crear argentinos que sean capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla”. Es innecesario ahondar en el tinte ideológico detrás de lo que dijo. Bullrich está lejos de ser un pensador penetrante, pero el espíritu de su comentario no es distinto a algo que hace notar Deleuze en su postscriptum sobre las sociedades de control: los políticos hablan de reformar (o cambiar) esto o aquello, pero saben que el mundo tal y como lo conocieron nuestros padres y abuelos está acabado. Gestionan la agonía. La incertidumbre, entonces, habrá de ser nuestra moneda de cambio en los tiempos por venir. ¿No lo es ya? ¿Desde hace cuánto? ¿Cincuenta, sesenta, doscientos años? No quedan certezas ni saberes inamovibles, esos resabios de la modernidad. No quedan, fruto de lo pos y la muerte de los ismos, refugios duraderos en los cuales cobijarnos con seguridad de la intemperie del cambio, aquel que no suele tenernos en cuenta.
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Lista privada (casi) no pública.
Feliz 2018 para los que resisten
El staff de Periódico Andén desea que pasen junto a sus seres queridos un apacible fin de año. Sabemos que el que termina ha sido muy duro y desesperanzador. Comprobamos, como tantos habitantes de nuestro país, que las políticas que creíamos parte del pasado han cobrado fuerza, incluso con la aprobación de grandes sectores de la sociedad. Nuestra vocación, desde la comunicación social, cultural, independiente, autogestionada y colaborativa, es manifestar nuestro repudio a cualquier medida represiva que se utilice para imponer modelos de ajuste social que cercenen los derechos de las capas más postergadas y vulnerables del conjunto social.
Por qué jugar en la escuela – Andén 88
Este texto es el producto de un año entero de trabajo durante el cual nos reunimos quincenalmente maestros y maestras de la ciudad, de primaria y de inicial, para jugar y reflexionar sobre ello. Sin dejar de jugar, buscamos en libros, en nuestras aulas y en nuestras historias personales, y compartimos sensaciones y pensamientos. De los registros de las reuniones, extrajimos las preguntas que fuimos tejiendo. Las agrupamos, las amasamos y, de allí, surgieron las ideas que aquí vertimos.
Bardi, la muñeca bardera – Andén 88
Bolitas. Figus, gomeras. Soldaditos derretidos por el sol. Muñequitos rotos heredados. La infaltable pelota emparchada una y otra y otra vez luego que viejas de mierda la pincharan de puro garcas. Manchas, escondidas, rayuelas, petardos dentro de botellas, bombuchas con meada. Venido de un mundo donde pegarle a otros es el juego más común, Catinga repasa su colección de juguetes sensibles, esos tan pero tan queridos que nos hacen olvidar que se los robamos a alguien.
¡Peligro! Niños jugando: ISIS, juegos y juguetes – Andén 88
Las guerras operan sobre la infancia y sus eternos compañeros: el juego y los juguetes. ¿Cómo se puede transformar un juego y ser capitalizado según contextos críticos? ¿Se puede preservar la infancia frente a juegos que implican la muerte y armas blancas como juguetes?
La razón será de las moscas – Andén 88
The Hunger Games o Los juegos del hambre en su título lleva la misma palabra que el título de este número de Andén: “Juegos”. Y usted podrá sospechar que por esa coincidencia hablaré de la película, pero no, esta es solo un disparador. Esta nota habla de su vida, y de la de sus hijos, y de la de sus vecinos y de la de su barrio, y de su sociedad.
Los niños, la plaza, muchas tapitas y una rayuela – Andén 88
No había dudas de que la plaza del barrio era el espacio privilegiado para los niños y las niñas, al menos eso se decía. Tampoco había dudas de que hacía falta una hamaca, algunos árboles y bancos. Este era recurrente en el discurso de muchos adultos al momento de organizarnos para comenzar el proceso participativo que contempló el diseño y la construcción de la plaza del barrio.