Luego de un largo viaje, llegamos por fin a un nuevo ANDÉN, hambrientos de saberes. A esta altura es evidente que los caminos conducen el andar, por más prevenidos que los enfrentemos. Mucho más si uno transita por vías, donde la posibilidad de improvisación y la libertad de tránsito son trazadas antes de partir. Así, se inició la propuesta temática de este número rondando una necesidad básica de todo ser vivo: la alimentación. Y de a poco fuimos descubriendo en este aspecto de nuestras vidas, que bien puede tomarse como algo colateral –cuya simple y rápida satisfacción nos permite continuar nuestras importantes actividades–, bien puede también, si le prestamos la suficiente atención, modificar y condicionar nuestros propios hábitos de vida.
Lápices al dente – Andén 71
Nuestro Amigo del Far West, Gustavo Guevara, afortunadamente insiste en seguir en el tren y comparte con los lectores de Andén su particular mirada sobre los hábitos alimenticios de las gente, incluidos nosotros (que aunque no parezca, tambien somos gente).
Alimentación consciente: veganismo por respeto y empatía – Andén 71
Haciendo un poco de historia, el concepto veganismo fue acuñado en 1944 por Elsie Shrigley y Donald Watson, vegetarianos estrictos, como necesidad de diferenciarse de quienes se decían vegetarianos pero que en su alimentación se habían olvidado de sacar a algunos animales: muchos consumían lácteos, huevos, miel y otros hasta comían pescados.
El Pan cotidiano – Andén 71
Hablar de alimentación, de comer, es hablar casi de su sinónimo: el pan. Y hablar del pan es hablar de la cotidianeidad, de todos los días. La experiencia del pan no hace distinción de condición social o lugar geográfico. El pan es un elemento que acompaña la vida del ser humano y que marca su existencia. Es el pan que se consigue “con el sudor de tu frente” (Gn 3,19) y que por eso es orgullo y satisfacción. Pero a su vez es miedo de no poder alcanzarlo, ya que la ausencia del trabajo quita la expectativa de tenerlo sobre la mesa.
La alimentación como una forma de vida – Andén 71
El presente artículo busca describir y reflexionar acerca de uno de los temas que más caracterizan a la tradición judía: Su forma de alimentación. Sus orígenes, el sentido de su cumplimiento y algunas curiosidades técnicas nos acompañarán en el presente trabajo.
5 discos 5 para llegar a un asado con la cajita feliz – Andén 71
Una porción de muzza en la estación de liniers, o lagua de choclo en Aldo Bonzi. Galletitas toddy o un pedazo de pan con mate cocido. Tener algo para masticar es darse el lujo de no tener hambre. El lujo ruin y miserable de saber que mientras masticamos hay quien no tiene qué tirar en el pozo de su desesperación. Allí espichan todas las militancias, todos los credos, todo lo que nos mentimos que somos cuando nos vemos frente a los espejos del ego. Solo el que tiene hambre sabe lo que es el hambre porque su experiencia es intransferible. Por eso somos capaces de tolerar y aceptar la presencia del hambriento, porque la mayoría de los que están frente a estas palabras, incluso quien escribe, ignora lo que es mal comer durante días cuando no hay qué ni con qué.
Instantaneas – Exclusivo web
En este nro. Facundo Geli, joven foto-reportero amigo, salió a la caza de imagenes cotidianas que tuvieran un vínculo con los alimentos. 6 postales, 6 instantaneas que pasaron delante de sus ojos y su lente.
De la alimentación como discurso. Peces comiendo barro – Andén 71
Junto a mi netbook dejé una postal (de esas que uno agarra en los bares) que dice: “Cucinare una cultura”. Y en el reverso aparece el nombre del ristorante italiano. Lejos de instaurar una verdad universal y a des-tiempo, las postales -tal y como señala Derrida- nos hablan de circunstancias, de espacios y de tiempos.
Ra-rancieranas para pensar re-reelecciones – Andén 71
Dsde las perspectivas constitucionalistas a las histórico-políticas, las puertas de ingreso al debate sobre la reforma constitucional son harto variadas. Por lo tanto, las líneas que siguen no intentan enfocar dicho debate desde una perspectiva en particular, ni intentan un collage de posibles visiones, sean especializadas o interrelacionadas. El eje sigue estando marcado por las tesis rancieranas y la posibilidad de pensar, a partir de ellas, uno de los tantos tópicos que nos impone la realidad actual. Sin forzar interpretaciones, pero tratando de nutrir y complejizar una problemática fundamental de los análisis políticos contemporáneos. Con esta intención es que nos interesa analizar en qué medida una reflexión filosófico-política sobre la lógica de la democracia, de sus partes constitutivas, de la conformación de sus sujetos y de sus relaciones de poder puede contribuir al debate, tanto de las reformas constitucionales como el de las re-elecciones presidenciales.
Otra economía posible: Ferias locales y cooperativas de consumo – Andén 71
Existen en el mundo 7 mil millones de personas y, según la FAO[1], la humanidad dispone en el presente de la capacidad para alimentar a 12 mil millones de personas. Sin embargo, el 15% padece hambre y otro tanto padece obesidad por la mala calidad de los alimentos. ¿Cómo es esto posible?