Anoche tuve un sueño: golpearon a mi puerta; no lo podía creer; era Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar. Me dijo: –Afuera llueve y hace mucho frío. Y yo le respondí: –Claro, pasa o pase– no lo recuerdo bien. Usaba un traje raído, un lazo en el cuello y sus anteojos sobre la frente (cuenta la leyenda que cuando Don Simón no leía o escribía solía usar sus anteojos en la frente). Estaba preocupado porque en la Ciudad de Buenos Aires había encontrado muchas familias durmiendo en la calle. –Y pensar que yo quería incluir y formar en las Escuelas de la Patria a los cholitas y las cholitas que ruedan en la calle– me dijo –En los niños pobres está la Patria.
Desubicado como rancho de adobe y paja en París – Andén 42
Pasajero de Andén: antes de detenerse a mirar el paisaje por la ventana de esta página, lo invito a informarse de lo que va a ver, no solo el contenido de la misma, sino que de ahora en adelante cada vez que camine por las calles de su barrio.
Diálogo con Sabrina Lamperti – «La historia del País es la suma de las historias de cada familia que la compone» – Andén 42
Sabrina Lamperti tiene 26 años, es abogada y trabaja en el Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Buenos Aires. En su tiempo libre, se dedica a la investigación de historias familiares. Es co-autora de la saga familiar de «Los Arze y los Arce» junto a Raine Golab y co-administradora de grupos de genealogía como ArgenGen y GenSurGBA. Hoy se sube al tren para hablarnos de los archivos que custodian la memoria de nuestras raíces.
5 discos 5 para Freud que nos mira por TV – Andén 41
La expresión en algún punto es fallida. No hay salud mental posible. ¿Cuál es el criterio? ¿Cuál es la piedra de toque que delimita el lado de la taba en el que lo real es lo real y el delirio una mentira? No lo sabremos nunca. Con todas nuestras ciencias sólo atinamos a guiarnos por las convenciones que introyectamos junto a la leche materna, los tabúes y los miedos. A lo sumo, con suerte, dolor y griterío de por medio, conseguimos sospechar de ese castillo de naipes que es el yo y lo apuntalamos con dudas. Nada más.
XI. Barroco, Octava Parte: Johann Sebastian Bach, Vol. 3. – Andén 41
Mientras nos acercamos al final de nuestro recorrido por esta monumental figura, vamos a saldar la deuda que quedó pendiente en la última ocasión. Luego, a modo de nexo entre la música de Iglesia y la música de entretenimiento, daremos un vistazo a la música para órgano.
El negro mar de la colonialidad – Llorar sobre el petróleo derramado – Andén 41
«Estaban todos los árboles verdes y llenos de fruta, y las yervas todas floridas y muy altas, los caminos muy anchos y buenos; los ayres eran como en abril en Castilla; cantava el ruyseñor…”. Así escribía Colón en su diario personal de viajes, el 13 de Diciembre de 1492. Maravillado por lo que pensaría como Paraíso Terrenal, luego finalizaría la nota enfatizando: “Era la mayor dulçura del mundo. Las noches cantavan algunos paxaritos suavemente, los grillos y ranas se oían muchas…”. Colón había llegado al Caribe, esos trópicos adyacentes a lo que hoy conocemos como el Golfo de México, y cuyas aguas, clima y viento tropicales comparten ambos.
La locura y el cine – Andén 41
¿De qué se habla exactamente cuando se nombra a un sujeto como un “loco”? Existen muchas respuestas a esta pregunta y varían de acuerdo al lugar desde donde uno se ubique para responderla.
Diálogo con Ximena Goldberg Hermo – «El “loco” es una identificación pasada de moda» – Andén 41
Licenciada en Psicología en la Universidad de Buenos Aires y Máster en Neurociencias, luego de haber trabajado como coordinadora psicológica en el Frente de Artistas del Borda y completado la Residencia en Psicología Clínica en el Hospital B. Moyano; se dedicó a la investigación sobre las causas de la “esquizofrenia” en diversos países del mundo. Hoy reside en Barcelona y decidió subirse al tren para compartir con nosotros sus percepciones y experiencias.
Wirajkocha Propone – Andén 41
Cualquier propuesta para un trabajo sobre la salud mental de las personas que integran una población exige atravesar un primer escollo: El de las definiciones. ¿Salud mental, enfermedad, proceso de salud-enfermedad, adaptación, aceptación pasiva o dinámica de la realidad? ¿Realidad (en sí misma)? Estos términos son siempre de difícil definición, e implican siempre un lugar de enunciación y un marco del espacio observado: lo que es “sano” en una cultura no lo es en otra. Lo esperable en un marco de referencias puede ser patológico en otro. Y, en definitiva, se impone la pregunta ¿quién sanciona una conducta, un modo de estar en el mundo y de relacionarse con el entorno (humano, ambiental) como enfermo, patológico, eventualmente peligroso?
Salud Mental en la Argentina – Editorial 41
Épocas complicadas para pensar la salud mental en nuestro país. Este debía ser un editorial que revisara porcentajes de inversión en salud, que enumerara proyectos y contraproyectos, deficiencias y virtudes del sistema sanitario en materia de psicopatologías. Pero nos encontramos ante nosotros un debate ineludible que de algún modo da cuenta del estado psíquico de la sociedad: la llamada ley de matrimonio Homosexual. A horas de ser aprobada la modificación al código civil que permite el matrimonio de personas del mismo sexo aun resuenan las argumentaciones, algunas de ellas escandalosas, en pro y en contra de dicha ley.