Ha muerto el porno…, ¡que viva el porno! – Andén 80

Delimitar el horizonte del término pornográfico es un desafío que puede encararse de manera diacrónica. Historizar las representaciones sexográficas desde las fronteras de lo explícito o lo implícito es un camino posible. Y sobre todo, encarar el desborde de lo explícito en otras esferas sociales. En esta nota, el autor nos ofrece un somero recorrido de las experiencias posibles en el mundo de la moderna burguesía para pensar el lugar que ocupó (y ocupa) el discurso pornográfico emergente y su masificación

La moda: un dispositivo para la colonización del tiempo – Andén 70

Aunque la moda nació en el contexto del comienzo de la modernidad y restringida al ámbito de la vestimenta, en la actualidad se trata de un fenómeno que abarca todos los ámbitos de nuestra existencia. Como la modernidad, la moda se ha globalizado. Y si la modernidad es esencialmente colonial, ¿podemos hablar también de una moda colonial? Las líneas que siguen abordan esta pregunta, explorando las complejas relaciones entre moda, modernidad y colonialidad.

Malvinas, la mirilla diminuta – Andén 69

Comprobé lo difícil que es pensar Malvinas como algo más amplio, anterior o registrable en muchas otras dimensiones diferentes a la bélica cuando buscando libros sobre Malvinas en plena calle Corrientes, solo encontré libros de la guerra de Malvinas. Eso me obligaba a un ejercicio ridículo, repetitivo, absurdo. La secuencia se iniciaba cuando yo decía: “Quiero un libro sobre Malvinas pero no sobre la guerra sino algo más amplio, más histórico o anterior”.

Simulacros – Andén 69

Tardé veinte años en descifrar que estos recuerdos en mi memoria eran tan solo sueño. En 1982 vivíamos con mi familia en Río Gallegos, Santa Cruz. Fueron tiempos duros para la ciudad, militarizada, con operativos de control y oscurecimiento, aviones sobrevolando, y desde ya, simulacros en los colegios, en el jardín.

El fin de la REALIDAD. El Nuevo capitalismo de ficción. Parte 1 – Andén 38

EL “fin de la historia” como tópico de reflexión tuvo las más variadas interpretaciones, ninguna de las cuales terminó por ser acertada. Tres siglos atrás, Hegel decretó el fin de la historia, en el sentido filosófico, y en el siglo pasado Fukuyama decretó el fin de la historia y la muerte de las ideologías con el advenimiento del capitalismo como forma de vida mundial; y por qué no decirlo también, Nostradamus sentenció el fin de la historia en su sentido más lato en 2012 como la extinción del Mundo. Frente a estas interpretaciones, el fin de la realidad se presenta como una nueva forma de “fin”.

El Fin de la Historia: pensamiento único – Editorial 38

La tarde cae, el sol se esconde en el horizonte y la noche rebalsa el cielo. Curiosa estación a la que se arriba una fría noche de un otoño, casi de invierno. Y el fin. El final del recorrido y su constancia. ¿Puede acaso pensarse el final y la constancia a la vez? ¿Tiene sentido hablar de fin y recreación? ¿Puede escaparse –aunque sea mentalmente- del eterno presente que atraviesa la existencia? Pero alto, ¿No estamos acaso en las puertas de una ficción?

Bicentenario: Diálogo entre dos siglos – Editorial – Andén 37

¡Pedazo de estación! ¡Monstruoso Andén! Atónito observa el ingenuo espectador las luces de la gran ciudad. El próximo 25 se cumplen 200 años de historia, de historia pequeña. Hay grandes hechos y pequeños hechos. Cumplir doscientos años es un hecho grande e importante. Pero no por ser un hecho importante o grande es, a la vez, historia grande. Y no es que las historias grandes no puedan hacerse en países pequeños. Ni tampoco que los hechos pequeños no hagan a la gran historia…