Políticas Sociales – Editorial 31

El señor Perogrullo podría haber dicho que es más fácil demoler un edificio que reconstruirlo. Nadie hubiera estado en condiciones de contrariarlo. A lo sumo, con algún gesto de desdén hubiese apuntando con el dedo la pantalla del televisor que contenía la imagen de un gran demoledor: Carlos Saúl Patillas. El golfista amateur que evitó el quórum opositor para satisfacer su ego es el mejor exponente. Él y Cavallo, en la apoteosis del credo neoliberal, fueron los artífices de la desarticulación del Estado, retirándolo en sectores claves y necesarios para aplicar políticas sociales en favor de los sectores vulnerables de la sociedad. Profundizaron el problema e intentaron resolver los problemas con dos soluciones que se complementaron: la represión –recordemos los sucesos de Cutral-Có– y el clientelismo.

Proyecto Chakana

1viaje + 7 personas + 1 furgo + 2 cámaras = infinitas historias que contar. Siete amigos emprendieron a fin de año un viaje a lo largo de Latinoamérica. Quieren mostrar que hay infinitas realidades e infinitas formas de entender el mundo, pero que sin embargo hay un único destino común como especie humana. Apuestan a la formación de una conciencia global que defienda a la vida para mejorar nuestro mundo físico y simbólico, y nos invitan a acompañarlos en esta apasionante aventura de conocernos a nosotros mismos.

Electrónica, ¿Arte o Ruido?

Antes de comenzar a hablar, deberíamos establecer a que se denomina música electrónica. Si bien la definición de música dice que es el arte de combinar los sonidos, no es esta la regla para encasillar el estilo mencionado. Por definición establecida por el mainstream, se llama así a la música que generalmente se escucha en las discotecas y en su mayoría es creada por disc-jockeys. Quienes hace más tiempo escuchan este estilo, prefieren llamarlo House, o en el peor de los casos Música Dance, ya que toda la música es electrónica, o al menos es reproducida por un equipo electrónico.